La playa del Bajo Risco de Famara, que se encuentra dentro del Parque Natural del Archipiélago Chinijo, se ha convertido en un lugar para la celebración de fiestas nocturnas en las que no han faltado ni grupos electrógenos para la luz y la música. A raíz de varias informaciones de ciudadanos alertando sobre la proliferación de acampadas ilegales y fiestas nocturnas en este espacio protegido la Guardia Civil puso en marcha un dispositivo encaminado a poner fin a este tipo de actividades que a su vez atentaba contra una Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA).
Las informaciones y denuncias de los ciudadanos respecto al uso ilegal realizado en este paraje ¡natural dio lugar a que diferentes unidades de la Guardia Civil identificasen a diez personas que estaba realizando una acampada ilegal en esa área, actividad totalmente prohibida por tratarse de un espacio natural protegido. En concreto, los agentes se desplazaron hasta el Bajo Risco de Famara el pasado 8 de septiembre y el 16 de octubre denunciando a un total de diez personas por diferentes infracciones a la Ley 22/1988, de 28 de julio, de Costas.
Según la Guardia Civil en la mayoría de las ocasiones esta personas se desplazaban a la zona con diversos grupos electrógenos, con los que proporcionaban electricidad a diferentes equipos de música, utilizados para la realización de fiestas nocturnas, pernoctando en el lugar y abandonando casi siempre los residuos generados en el mismo sitio; actividades que generan un importante menoscabo a una zona considerada de especial protección para las aves, especialmente la pardela cenicienta.
La Guardia Civil realizó 14 denuncias administrativas por diferentes infracciones a la mencionada Ley de Costas, concretamente a los artículos 90 apartado c, 91 apartados a y b, que sancionan respectivamente la ejecución no autorizada de obras e instalaciones en el dominio público marítimo-terrestre, la acampada u ocupación del dominio público marítimo-terrestre y los vertidos de residuos en esa zona.
Dichas denuncias, las cuales son tramitadas por la Dirección General de Costas, pueden conllevar sanciones económicas comprendidas entre los 300 y los 300.000 euros, dependiendo de varios factores como el daño ocasionado al medio natural.
Paralelamente, la Guardia Civil ha remitido las actuaciones la Agencia de Protección del Medio Urbano y Natural (Apmun), órgano encargado en Canarias de la disciplina urbanística y ambiental, con el objeto de proteger el medio ambiente, para que valore el posible derribo de esas estructuras.
El servicio fue realizado por componentes del Seprona Timanfaya de Lanzarote, el Grupo de Intervención Rápida (GIR) del Puesto de Costa Teguise y el Servicio Marítimo de la Guardia Civil.
Además, de la instalaciones de casetas de forma ilegal, las denuncias ciudadanas ante la Guardia Civil también alertaban de que se estaba llevando a cabo actividades de marisqueo ilegal y hogueras para las fiestas nocturnas.
En lo que va de año el Seprona ha extremado la vigilancia en los espacios naturales de la Isla, más concretamente en el parque natural del Archipiélago Chinijo. En este caso, ha sido en el islote de Alegranza donde los agentes de la Guardia Civil han presentado más denuncias, sobre todo por las excursiones de turistas sin permiso a este islote, dado que para acceder al mismo hace falta una autorización del Cabildo por ser un área extremadamente sensible. La denuncia más sonada fue contra 20 personas por asar pardelas.
