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Entrevista.

José Antonio López Trigo: "El mayor donde quiere estar es en su casa con buena atención social y médica"

"Una de las luchas de la Sociedad de Geriatría es que la formación en geriatría esté en el pregado de Medicina", apunta el Presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontolgía

José Antonio López Trigo: "El mayor donde quiere estar es en su casa con buena atención social y médica"

Usted ha dado una conferencia sobre las ventajas que aporta la geriatría en el sistema sanitario español. Habla usted de una Geriatría Plus.

Efectivamente, de las ventajas que aporta la geriatría en el tratamiento de las personas mayores a diferencia de otras disciplinas. Nosotros partimos de un tratamiento integral y de una concepción global centrada en el paciente y de un trabajo en equipo con otras profesiones y especialidades médicas. Creo que aportamos un plus distinto a lo que hace habitualmente otro especialista.

¿Y cual es ese plus?

Nosotros vemos a las personas dentro de cuatro esferas: psicológica, funcional, social y biomédica, es decir, vamos más allá de la simple medicina física de tomar la tensión y dar una pastilla. Nuestro objetivo es analizar cómo una enfermedad impacta en la capacidad de las personas y cómo recuperarlas. Hay que tener en cuenta que en las personas mayores normalmente estas capacidades se pierden al mismo tiempo cuando aparece una enfermedad determinada.

Uno de los grandes problemas para la Sociedad Española de Geriatría es que no existen unidades geriátricas en todos los hospitales

Las autoridades sanitarias, por falta de sensibilidad y desconocimiento absoluto de lo qué es esta especialidad y cómo funciona, no incluye estas unidades en la cartera de servicios públicos de todos los hospitales o en todos los centros donde se puedan atender a personas mayores. Eso lleva además aparejado la desigualdad hacia las personas mayores, atacando incluso los derechos que se recogen en la Constitución. Debiéramos ser iguales en todo y si no en lo mínimo: el derecho a la dignidad de las personas, a la salud y la protección social. Y estamos incumpliendo algunos de estos derechos con nuestras personas mayores.

¿Tiene que haber entonces geriatras en todos los servicios que se prestan en los centros sanitarios?

No hablamos de que un geriatra deba atender a todas las personas mayores, sería una barbaridad pretender eso por nuestra parte. Las personas mayores que son autónomas que viven en sus casas y que no tienen una enfermedad importante que pueda mermar sus capacidades si tiene un catarro donde mejor está es con su médico de familia, si tiene una neumonía estará mejor con el neumólogo. Pero sin esa misma persona tiene una insuficiencia cardiaca, toma cinco fármacos distintos, tiene un problema social porque vive solo o de relación social, no cabe duda que, si además tiene una neumonía, donde mejor está es en un servicio de geriatría donde se podrá abordar todos esos problemas de una manera integral. Si el geriatra no controla globalmente todos esos aspectos seguramente no se harán las cosas lo mejor que se pueda.

¿Estamos hablando de falta de recursos económicos?

No, la geriatría es barata. Implantar servicios de geriatría sale barato porque ahorra muchísimo. A parte de lo que se puede dar en calidad de vida que no es tangible materialmente. Cuando hay dispositivos sociales para mayores (psicólogos, terapeutas, geriatras, fisioterapeutas, trabajadores sociales...) y si todo este equipo funciona el número de ingresos en los hospitales baja espectacularmente, el número de reingresos es mínimo, la atención en urgencias es más rápida y mejor y al final es más barato. Se mejora a las personas, se modifica el curso de algunas enfermedades que tenderían a dejar incapacitados al paciente, se acelera su recuperación y encima nos cuesta menos dinero. Hablamos de un tema de gestión, que no significa gastar más.

Porque además la geriatría no existe ni como especialidad en la propia carrera de Medicina.

Es una de las luchas que tiene la Sociedad Española de Geriatría, integrar la formación en geriatría en el pregrado de Medicina. Ahora se dedica un año entero a la pediatría, otro a la anatomía patológica, uno o dos a la radiología y la inmensa mayoría de nosotros ni vamos a ver niños , ni haremos biopsias ni vamos a interpretar pruebas radiológicas. Sin embargo, el 80% de los médicos que ejercen ahora mismo en cualquier especialidad está viendo a personas mayores y el 75% de los que acuden a un centro de salud también son mayores. Por eso debiera haber una mínima formación o amplia depende de como se mire puesto que la medicina interna que estudiamos en la carrera está aplicada y analiza las enfermedades de los adultos en la edad media de la vida y eso no tiene nada que ver de lo que ocurre cuando las personas envejecen.

Y con el agravante de que la esperanza de vida es cada vez mayor en este país.

Cada vez hay más personas mayores en la sociedad y de más edad porque las tasas de envejecimiento de nuestro país está aumentando en base a las personas muy mayores. El grupo de personas que más crece en nuestro país es el de 80 y más años. Eso va a ser así hasta el año 2024 en el que se va a incorporar la primera generación del baby-boom (los nacidos entre 1958 y 1975). Eso va a ser un colapso absoluto para la sanidad al incorporarse un 24% más de personas. O nos coge muy preparados desde el punto de vista social, económico y médico o tendremos problemas. En la historia nunca se había incorporado tanta gente a un sector de la población en tan poco tiempo. Y todavía vamos a tener por delante a los que serán mayores de 80 años, que ahora mismo es el 5% de la sociedad española.

Usted es asesor de residencias mayores y en este congreso se ha hablado de la necesidad de humanizar las residencias. Cómo debe hacerse?

Hay que hacerlo formando bien al personal en dos cosas en atención y en crear un buen equipo de trabajo: una en técnicas para hacer las cosas bien para tratar con dignidad a los mayores. Humanizar es tanto atender a una persona, a hacer bien las técnicas de atención y formar un buen equipo de trabajo desde el auxiliar que hace la higiene de las personas hasta el director. Y si somos capaces de que todo el equipo se sienta importante eso se trasladará a los mayores.

Otro de los conceptos que se ha repetido en estas jornadas es "hogarizar" a las residencias.

Nos pasamos la vida diciéndole a las personas que están en una residencia que van a estar como en su casa, pero sin embargo no le dejamos hacer cosas que harían en sus casas, como acostarse a la hora que les apetece, cenar a una hora lógica o ver la televisión por la noche.O cómo tomarse una copa de vino en las comidas. Si tú estas en tu casa te tomas una copa de vino, una cerveza o un refresco, tienes capacidad de decidir. No es que defienda el alcohol, es un ejemplo. Hacer lo que a uno le apetece porque es su casa. Y sobre todo, que no existan esos macroedificios que solo por su concepción son impersonales.

Los expertos hablan de que cada vez hay más mayores con enfermedades crónicas. ¿Existen medios en la sanidad española para atenderlos?

Medios hay, lo que parece es que están mal puestas las miras. Se están atendiendo patologías crónicas para centros que se han creado para patologías agudas. Nuestros grandes hospitales son de agudos no para crónicos que son aquellas personas que necesitan más tiempo para recuperarse. Un enfermo que se rompe la cadera y que se le opera puede estar de alta a los tres o cuatro días si tiene un sitio donde puede ir para hacerle una recuperación efectiva. A veces por un problema que no es estrictamente médico se queda muchos días en el hospital y consumiendo recursos que serían para pacientes agudos cuando lo que necesita esa persona son otros medios.Por eso nosotros propugnamos un cambio necesario no de lo que se hace en la residencia.

¿A qué cambio se refiere?

La gente no está en las residencias por gusto sino porque tiene una discapacidad física, mental o ambas. Se está atendiendo a enfermos crónicos en las residencias. Lo que pedimos es que haya una reconversión para entender que esa atención que se está practicando en una residencia no es más que la extensión de la que se practica en el hospital. Proponemos una coordinación sociosanitaria en todos los niveles y que las personas estén en cada momento en el nivel que mejor se pueda atender. A veces en el agudo, otras en servicios de rehabilitación... y en el momento en que estén bien deben estar donde ellos quieran, y la persona mayor donde quiere estar es en su domicilio con un buen soporte social y sanitario con plenas garantías el mayor tiempo posible.

¿Qué es lo que falla para que se produzcan malos tratos en las residencias?

Afortunadamente el nivel medio de las residencias españolas en cuanto a cómo se hacen las cosas con profesionalidad es altísimo. Por desgracia hay manchas negras como en todos los trabajos y profesiones. Las residencias y centros de días deben estar sometidas a criterios de observación de calidad por personal externo. Que haya más control de la administración o de una certificadora de calidad. Debe haber un control estricto desde las condiciones del inmueble hasta la atención personal y por supuesto de calidad.

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