Las murgas Los Desahuciados y Las Inadaptadas, cuyos locales de ensayo se encuentran en la antigua conservera Garavilla, han mostrado su total disposición a abandonar estas instalaciones una vez que reciban el requerimiento de los propietarios para poder iniciar la demolición. El grupo de gobierno del Ayuntamiento de Arrecife (PSOE, CC y PIL) paralizaba la licencia de derribo solicitada por los propietarios de Garavilla hasta conocer la situación en la que se encontraban las dos murgas con sedes en esta industria.

El presidente de Los Desahuciados, Francisco Javier Hernández Noda, aseguró ayer que no serán ningún obstáculo para la demolición "dado que nosotros solo tenemos palabras de agradecimiento a los propietarios por habernos cedido este local". Esta murga de Valterra lleva en lo que era una antigua nevera de la conservera desde diciembre de 2007 y solo paga el agua y la luz. "Cuando nos digan que nos marchemos cogeremos la maleta y a buscar otra sede", indica Hernández.

En la misma situación se encuentra la murga femenina Las Inadaptadas, aunque su estancia en Garavilla se remonta hasta el año 2003. "A nosotras nadie nos ha dicho nada de abandonar el local aunque somos conscientes de que tendremos que irnos porque es una cesión gratuita".

Los terrenos de la antigua conservera de Garavilla, que cerró definitivamente sus puertas en el año 2001, fueron adquiridos por la sociedad lanzaroteña integrada por las empresas Supermercado Marcial y Hormiconsa. Una conservera que se había creado en el año 1967 por la familia Garavilla procedente del país vasco.

El alcalde de Arrecife, José Montelongo destaca que una vez se comunique al Ayuntamiento que no hay ningún obstáculo para la demolición se concederá en la próxima junta de gobierno la licencia. En el proyecto de derribo los promotores tendrán que contratar a una empresa especializada para desmontar los antiguos techos de uralita de la conservera por la concentración de amianto.

Esta bolsa de suelo de más de 44.000 metros cuadrados forma parte de las futuras negociaciones que mantendrá el Ayuntamiento con sus propietarios para la aprobación del nuevo plan general supletorio. Los dueños de Garavilla han presentado alegaciones al documento mostrando su "total desacuerdo" con "la restricción tan considerable del aprovechamiento urbanístico que se propone imponer".