El nuevo decreto por el que se regulan las artes y modalidades de pesca marítima en el caladero canario, que tiene en pie de guerra desde el pasado 1 de diciembre a gran parte del sector pesquero de las Islas, ha abierto también un frente entre los pescadores de Lanzarote y Fuerteventura. La disputa se centra en el plan de pesca en aguas exteriores de Fuerteventura aprobado por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, incluido dentro del nuevo decreto, por el que solo se permite a las embarcaciones majoreras la pesca con nasas en las costas de Fuerteventura.
En las alegaciones presentadas por la Federación de Cofradías de Las Palmas a esta orden ministerial se destaca que "históricamente las embarcaciones de la isla de Lanzarote han ido a pescar de siempre a la vecina isla de Fuerteventura, viéndose afectadas de igual forma que las embarcaciones con puerto base en Fuerteventura cuando se impuso la prohibición de la nasa y del palangre en Fuerteventura", afirman.
Por tal motivo, los pescadores conejeros argumentan que "una vez que se abrió la veda para poder pescar con nasas para peces, las embarcaciones de Lanzarote también tienen derecho a participar en las mismas condiciones que las de Fuerteventura, al igual que las embarcaciones de Fuerteventura pueden acudir libremente a pescar en las costas de Lanzarote", se recoge en el escrito.
Las cofradías de Lanzarote recuerdan que todas las licencias de pesca "son iguales y se refieren a un único caladero nacional de Canarias, porque si todas las islas empezáramos a cerrar las aguas como cotos insulares al final acabaríamos teniendo ocho caladeros insular en lugar de uno regional".
Los pescadores lanzaroteños resaltan que "la mayoría de las especies son peces migratorios que suelen venir hacia el norte pasando por Fuerteventura, por lo que todo lo que ello capturen no llegan a Lanzarote". Por tal motivo, solicitan que se incorpore al plan de pesca de Fuerteventura a los buques autorizados para el ejercicio de la pesca con nasas de los puertos de Arrecife (diez embarcaciones), Puerto del Carmen (diez barcos) y Playa Blanca (15 buques).
El plan de pesca con artes de trampa en aguas exteriores de Fuerteventura contempla un máximo de 73 embarcaciones que podrán pescar con nasas, distribuidas entre los puertos de Corralejo (27 buques), Gran Tarajal (35) y Morro Jable (11 buques).
Según este plan la pesca con nasas podrá practicarse en Fuerteventura exclusivamente en el periodo comprendido entre el 1 de noviembre al 30 de abril, mientras que el número máximo de nasas por embarcación será de 12. En el caso de los barcos de Gran Tarajal no podrán tener entre todos más de 336 nasas.
Los pescadores de Lanzarote también se sienten discriminados con sus homólogos de Fuerteventura en el tamaño de las nasas. Y es que mientras en Lanzarote solo se permite pescar con nasas de 110 centímetros de altura, 390 centímetros de diámetro y una luz de malla mínima de 50,8 milímetros (además de otra nasa pequeña que no exceda de 100 centímetros y una malla de 31,6 milímetros), en Fuerteventura las embarcaciones están autorizadas a echar nasas con dimensiones máximas de 200 centímetros de diámetro, 60 de altura y una malla mínima de 31,6 milímetros.
"Con las dimensiones autorizadas en el nuevo decreto no vamos a poder pescar nada", señala el patrón mayor de la Cofradía de Puerto del Carmen, Francisco Rodríguez, quien además asegura que esta medida afectará al resto de la flota que no utiliza nasas ya que obligará a todas las embarcaciones a dedicarse las mismas artes al no poder utilizarse las nasas.
Los pescadores pretenden que la luz de malla mínima de las nasas grandes sea de 38,1 milímetro en vez de los 50,8 milímetros recogidos en la orden ministerial. "Con ese tamaño no vamos a poder pescar nada", señalan los patrones de las cofradías de Lanzarote. Un decreto por el que se autoriza un número máximo de nasas de 30 por embarcación, aunque transitoriamente hasta el 1 de enero de 2019 se permitirá una cantidad máxima de 75 nasas en Gran Canaria y 40 en Lanzarote.
La orden ministerial destaca que solo podrán dedicarse a la pesca con nasas aquellas embarcaciones que lo hayan venido haciendo con una anterioridad de al menos diez años, concediéndosele un plazo de tres meses para que cada armador formule una declaración responsable. Los barcos con una antigüedad menor de diez años en el uso de nasas que sean fruto de un expediente de nueva construcción en que se hubiera aportado un buque de baja con cuyo cómputo sí se cumpla esa antigüedad de al menos diez años en el uso de nasas también podrán usar este arte.
Las cofradías piden que la antigüedad se reduzca a al menos cinco años, a la vez que denuncian que será la ruina para los barcos menores de diez años que no estén relacionadas con la baja de otro buque.
