El municipio de San Bartolomé despedía ayer a su gran bailador del folklore lanzaroteño. Marcial de León Corujo, más conocido como Lero, que fallecía el pasado sábado a la edad de 88 años, recibía en marzo del año 2002 el Premio Ajei a la Labor Folclórica, una de las máximas distinciones que entrega cada año el Ayuntamiento de San Bartolomé a sus vecinos más destacados.
La corporación municipal mostraba ayer su pesar a familiares, amigos, vecindad y a toda la familia del folklore canario por esta pérdida. "Lero", como es conocido por todos en San Bartolomé, "Marcial de León Corujo", fue un hombre dedicado a la cultura popular y uno de los folcloristas más importantes de la isla, destacando a través del baile", destaca el consistorio.
Lero nacía en el año 1927 en San Bartolomé y su vida estuvo marcada por su dedicación al folklore canario en general y al baile en particular. Criado en el seno de una familia con gran raigambre musical, los Corujo, se inició desde muy joven en el cuerpo de danzas de la mítica Agrupación Ajei de San Bartolomé. Aquí fue uno de los principales activos en la reformulación de la isa de los palos y la malagueña. Posteriormente ha formado parte de grupos como los Guanches, Ajei (de la que llegó a ser director de baile) y Guadarfía. Además ha impartido sus enseñanzas en varias escuelas repartidas por toda la geografía insular.
Su portentosa manera de bailar fue uno de los elementos claves para la victoria de la Agrupación Ajei en el Festival Internacional de Santander en 1960.
Allí, el jurado les otorgó la máxima puntuación cuando interpretaron y bailaron una de las piezas más significativas del folklore canario, "La Malagueña", que fue interpretada por Marcial de León, 'Lero', uno de los bailadores más admirados por todos aquellos a los que ha precedido, y la bailadora conocida como 'Cesarita'.
Como homenaje a este premio y al folklore el Ayuntamiento de San Bartolomé inauguraba el pasado mes de marzo la escultura "La Malagueña", en un acto en el que Lero volvió a interpretar una malagueña, que siempre le ha acompañado en su vida. "Un hombre humilde pero grande en su labor de contribución al folklore".
