Lanzarote se quedó en esta ocasión sin el Gordo del Sorteo Extraordinario de Navidad -el año pasado se vendieron diez décimos que repartieron 4 millones de euros- pero consiguió varios pellizcos del tercer, cuarto y quinto premios que dejaron en la Isla, al menos, 88.000 euros por la venta de cinco números, todos ellos obtenidos a través de máquinas.

Los más madrugadores fueron los quintos premios 43221 y 18102, agraciados con 6.000 euros el décimo. La administración número uno de Haría vendió a última hora de la tarde del lunes un décimo del 18102. El agraciado fue el vecino de Máguez Luis Luzardo (Luisillo) que se llevó 6.000 euros. Su hermana Noelia le comunicó que tenía el premio tras escuchar las cifras por la radio y Luisillo acudió sobre las 10.15 de ayer al despacho de Benito Salvador Perdomo a anunciar que había sido agraciado. "¡Me has dado el premio!" repitió varias veces Luisillo dirigiéndose a Benito Salvador y a su hermana Eloína.

A Salvador le faltaba la terminación en 2 y ya había comprado las restantes, del 0 al 9 en distintas administraciones de Lanzarote. "Tenía claro que el último lo iba a comprar en Haría", afirmó este ganador de 36 años, de baja laboral tras trabajar en un taller de chatarra. Dedicará el dinero "a tapar agujeros". El año pasado una prima suya de Máguez se sacó 400.000 euros en El Gordo de Navidad. Compró el número en la administración número 1 de San Bartolomé, situada en el centro comercial Deiland de Playa Honda, la misma que este año vendió un décimo del 18102 y otro del 43221, cada uno premiado con 6.000 euros.

La suerte visitó de nuevo por Navidad el Bazar Wiki de San Francisco Javier. Esta vez con un décimo del cuarto premio 71119, dotado con 20.000 euros. En 2014 también dio otro cuarto premio.

La administración número 4 de Arrecife, situada en el barrio de La Vega, estrenó este martes la fortuna del sorteo de Navidad, ya que, al menos, vendió un número del tercer premio, el 05163, afirmó Paco Romero, uno de los trabajadores. La oficina lleva unos 15 años vendiendo lotería de Navidad, pero su padre comenzó hace más de siete décadas el negocio como receptor mixto de quinielas, el primero abierto en Lanzarote.