La planta desaladora de Janubio en Yaiza es un claro ejemplo de las razones que llevaron a la antigua empresa pública del agua de Lanzarote (Inalsa) a la ruina con pérdidas superiores a los 40 millones de euros. La actual empresa concesionaria del servicio de producción y abastecimiento del agua en Lanzarote, Canal Gestión se ve obligada a su demolición por su impacto medioambiental al incumplir el estudio de impacto ambiental que realizó en el año 2003 la Comisión de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente de Canarias
Según Canal Gestión la remodelación integral de la desaladora que ya ha sido adjudicada por 4,6 millones de euros conlleva la demolición de la actual estructura, "eliminado así uno de los impactos visuales con más críticas de la costa lanzaroteña, además de mejorar la producción y reforzar la producción diaria de la planta, se conseguirá una mayor eficiencia energética en esta desaladora", destaca.
Una desaladora que también ha tenido denuncias medioambientales por los vertidos de salmuera (la sal restante al desalar el agua de mar) y se ha tenido que construir una planta de remineralización con una inversión de otros 600.000 euros por parte de Canal para ajustarse la normativa canaria sobre el consumo de agua potable.
No obstante, los trabajos de demolición no empezarán hasta que esté en funcionamiento una planta que abastece el municipio de Yaiza, incluida la localidad turística de Playa Blanca, a excepción del plan parcial de Montaña Roja que se lleva a cabo por la potabilizadora privada de Club Lanzarote.
De hecho se aprovechará el traslado de los bastidores de producción de agua de la antigua nave para proceder a la mejora de la eficiencia energética del proceso de ósmosis "ya que el consumo energético de toda la línea de producción el elevado".
La nueva planta tendrá una producción de agua desalada de 12.000 metros cúbicos diarios, más una línea de reserva de 6.000 metros cúbicos para poder atender cualquier tipo de incidencia que pudiera provocar un desabastecimiento temporal. La actual tiene 11.500 metros cúbicos, sin ningún tipo de líneas de reserva.
La nueva desaladora se construirá en la nave soterrada que construyó la UTE Edam Janubio (formada por las empresas FCC y Construcciones y Procesos Ambientales) que había ganado el concurso para la construcción de una potabilizadora de 10.500 metros cúbicos diarios por 9,2 millones en el año 2001. Sin embargo, la decisión de Inalsa de romper el contrato de forma unilateral obligó a la empresa pública a pagar casi 12 millones de euros a pesar de que sólo ha invertido en el proyecto unos 300.000 euros.
