La asociación lanzaroteña de apoyo contra el cáncer a través del arte y la cultura, Perpetuarte, desparrama carcajadas cada miércoles en la planta de Pediatría del hospital Doctor José Molina Orosa con su proyecto Sonrisas Mágicas.
Seis voluntarios forman el grupo de payasos de hospital y dinamización hospitalaria de Perpetuarte, que con sus disparatadas ocurrencias tratan de arrancar una sonrisa a los más pequeños que permanecen ingresados en el centro, sembrando el espacio de alegría y humor para aliviar el sufrimiento físico y emocional. La música, el mimo, la risa y la mirada son algunas de sus terapias.
Las visitas comenzaron en marzo del pasado año y se convirtió en la primera iniciativa de esas características que se lleva a cabo de forma periódica en el hospital. En otras ocasiones ha habido actuaciones en fechas señaladas de la Navidad y otros momentos puntuales del año. Mercedes Crespo es la presidenta de Perpetuarte y da vida a la payasa Auxiliar Filiberta, que si no lo sabe se lo inventa. Explicó que la asociación ha impartido talleres de formación de payasos de hospital en 2014 y 2015 y hay uno previsto para febrero de este año. Los asistentes se han formado con la experta Mercedes Folch (Txetxe), que también dará las clases el mes que viene.
"Todas las actuaciones que ofrecemos la hacemos con voluntarios, que donamos parte de nuestro tiempo para llevar alegría a los niños y hacerles más llevadera su estancia en el hospital". Precisó que "actuamos siempre que la situación del paciente lo permita". En algunas ocasiones también acuden a Oncología.
"Reírse mejora el estado de ánimo de cualquier persona y no solo el de los niños. Sus padres también necesitan un respiro", apuntó Crespo. Añadió que "es necesaria mucha escucha y observación a los pacientes y a raíz de ahí improvisamos nuestras actuaciones con magia, malabares o haciendo, literalmente, el tonto".
El elenco de la risa
La Enfermera Minúscula (Regina Gargallo), la Enfermera Flamenquera (Heidi van Herpen), el Enfermero Parrandero (David Rodríguez) y la Celadora Dora (Antonia Vázquez) llevan también la distracción al hospital, al igual que la Doctora Fonenda, a la que da vida Mercedes Arderius. Manifestó que su experiencia es "estupenda" y que "compartir la risa con los demás es maravilloso. Cuando esto ocurre en el entorno hospitalario donde la gente está sufriendo, reír es todavía mejor".
Para Arderius, su labor es "muy gratificante" porque "siempre que una comparte su tiempo con los demás recibe más de lo que da". Considera que ser payaso de hospital es "una labor poco conocida, pero no poco reconocida" y que "deberían existir más momentos para la risa en la vida porque así seríamos todos más felices", apostilló esta voluntaria.
Por otro lado, Arderius aseveró que "todos los momentos son especiales, todas las miradas son únicas y todas las sonrisas tienen algo para recordar". Destacó que "cuando una se prepara y se forma para ser payasa de hospital, sabe que es un continuo camino de formación, una carrera de fondo donde el único objetivo es llevar alegría a la gente que esta pasando por una situación complicada".
