Adrianus (Ad) y Francisca (Cis) dejaron atrás el frío del invierno holandés para relajarse y jugar al golf en Lanzarote. Eligieron un pequeño complejo de apartamentos de Costa Teguise, Golf y Mar, para hospedarse durante su estancia. Las instalaciones están situadas a apenas un kilómetro del campo al que acudieron a jugar el pasado 2 de febrero.
Ambos viajaron a la Isla con sus propios palos para jugar. De hecho, tenían previsto acudir de nuevo en los días sucesivos hasta ese recinto de Costa Teguise, según confirmaron ayer desde ese club deportivo, y también tenían la intención de ir al de Puerto del Carmen. Sin embargo, la muerte los sorprendió en un paso de cebra de la Avenida de Las Palmeras de Costa Teguise cuando regresaban a su hospedaje después de cenar. Se encontraban a tan solo una manzana de los apartamentos.
El matrimonio, que tenía dos hijos, residía en la localidad holandesa de Bergeijk, donde la noticia de su fallecimiento ha causado una fuerte conmoción. Ad trabajó en una empresa de materiales de construcción y Cis formaba parte de un coro con el que iba a actuar a su regreso de sus vacaciones. Él era un hombre "sociable" y "perfeccionista", y para ella la música era su pasión.
El director del club de golf Gendersteyn en Veldhoven, Geert Fromme, aseguró en declaraciones al diario digital holandés Ed.nl, que a los dos les gustaba disfrutar de la vida.
De hecho, Lanzarote no era el único destino de su estancia en Canarias. El 7 de febrero tenían pensado trasladarse hasta la isla de Fuerteventura porque allí el hermano y la mujer de Cis estaban pasando las vacaciones. Luego las dos parejas pretendían disfrutar en Lanzarote jugando al golf. Por desgracia ese reencuentro no se produjo. Cuando el hermano y la cuñada de Cis tuvieron conocimiento de la tragedia, se trasladaron de inmediato a Lanzarote. Estos días han encendido una vela en el jardín de la mediana situado junto al lugar en el que fueron atropellados.
