¿Cómo es posible que digamos que Lanzarote tiene similitudes con el planeta Marte?
Partiendo de la base de que en ningún sitio de la tierra podemos encontrar una zona que se asemeje, evidentemente, a lo que es Marte en la actualidad, ni siquiera como lo fue en el pasado, sí hay determinadas zonas en nuestro planeta, como en la Antártida, Río Tinto en Huelva, Australia y Canarias que en determinados aspectos sobre todo en cuanto al volcanismo y al tipo de rocas volcánicas fundamentalmente basaltos son como las que se encuentran en Marte. En el caso de Lanzarote se parece a Marte en alguna de sus características volcánicas y además hay un efecto visual que así lo indica. Cualquiera que llegue a Lanzarote, sobre todo a Timanfaya, no duda en señalar que se parece a la Luna o a Marte. Realmente ese paisaje que se observa a simple vista tiene una componente científica detrás que verifica que eso es así.
Uno de los últimos descubrimiento es la posibilidad de agua líquida en Marte. ¿Puede jugar Lanzarote un papel en estas investigaciones?
Nosotros hemos participado en el estudio sobre las evidencias indirectas de la existencia de agua líquida, porque todavía no se ha visto aunque no por ello es menos importante esa s evidencias. Lanzarote nos puede ayudar desde muchos puntos de vista . En Marte se está estudiando la interacción del agua líquida desde distintas perspectivas como la interacción de la atmósfera con el suelo basáltico marciano y eso es algo que nosotros queremos estudiar en Lanzarote. Es decir, cómo interacciona el vapor de agua que existe en la atmósfera con el regolito a través de esa misma reacción con el material fragmentario que se ve en la superficie del suelo en Lanzarote. Otra posibilidad es cómo interaccionan, por ejemplo, las aguas hidrotermales tanto las que existieron en el pasado en la isla como las actuales. O los sistemas que pueden existir bajo la superficie del suelo, un aspecto muy importante porque en Marte también existieron sistemas hidrotermales de aguas calientes en el pasado. Y por supuesto cuando Marte tenía en el pasado un sistema hidrológico similar al de la Tierra con lagos y torrentes, pues ver todas esa huellas como las que se observan en las paredes de conos volcánicos de escorrentías superficiales. Son muchos los aspectos que se pueden extrapolar a Marte, no tanto al actual sino cuando allí existía agua.
¿Nos puede ayudar el conocimiento de lo que sucede en Marte para detectar lo que va a suceder en la atmósfera de laTierra?
Siempre hay una contrapartida científica en este tipo de estudios a través de lo que se denomina la planetología comparada, pero de ahí a decir que lo que ocurre en la atmósfera de Marte nos puede ayudar implicaría que la atmósfera de la Tierra existiese una tendencia, que desgraciadamente se está dando, de incrementar su CO2 en detrimento del oxígeno, que es lo que ocurre en Marte, que la atmósfera es muy rica en dióxido de carbono y mucho más pobre en oxígeno. Si seguimos en ese camino habrá muchas más capas de carbonatos que se disuelvan y pasarán a la atmósfera en forma de dióxido de carbono. En este caso la planetología comparada nos podría servir.
Los estudios que usted realiza ya se han llevado a cabo en otras zonas del mundo. ¿Qué puede aportar Lanzarote?
Nosotros venimos trabajando en análogos planetarios y su relación con Marte desde 1999 y fue en Canarias donde empezamos en España en concreto en Anaga, en Tenerife, donde estuvimos estudiando unos procesos hidrotermales asociados a los basaltos. Pero es en Canarias y más concretamente en Lanzarote donde estamos interesados en establecer un laboratorio natural , donde podamos desarrollar nuestras investigaciones con una perspectiva temporal. Un laboratorio en el que podamos probar prototipos y desarrollar modelos científicos que nos ayudarán mucho en la investigación sobre Marte.
¿Qué entendemos por un laboratorio natural?
Es una zona en la que existe poca perturbación del ser humano. Pienso que algunas zonas de Lanzarote son realmente vírgenes desde el punto de vista geológico. Lo que vamos a establecer de acuerdo con distintos criterios son sitios que nos interese de acuerdo con los estudios de materiales (minerales y rocas) y las estructuras geológicas como una caldera volcánica o una falla y también los procesos que se han generado como el hidrotermalismo, el propio proceso volcánico en si mismo , la interacción de los procesos atmosféricos con el suelo volcánico o la interacción del agua con el suelo volcánico. Es decir, tenemos que definir materiales y procesos y en base a los mismos seleccionar una serie de sitios que nos permita utilizarlos como laboratorios naturales para futuras extrapolaciones con Marte.
¿Este laboratorio natural se ceñirá exclusivamente al parque nacional de Timanfa?
No, ya que es posible que encontremos en la isla otras zonas interesantes aunque cuando hablamos de Timanfaya hay que tener en cuenta que es una zona espectacular y en la que hay que tener especial cuidado porque se trata de un parque nacional. Nosotros vamos a intentar llevar al máximo todos los protocolos éticos de trabajo en este terreno. Soy presidente de las Asociación Internacional de Geoética y en ese sentido vamos a llevar a rajatabla todos los protocolos para que todo se realice en este espacio protegido se haga con el máximo cuidado.
Habla usted también de probar prototipos.
Muchos de los instrumentos que se envían a las misiones planetarias como los expectrómetros son necesarios testarlos en la Tierra. Teniendo este laboratorio natural podremos probarlos en distintos ambientes, como pequeñas lagunas, ambientes termales, ambientes de suelos y su interacción entre el día la noche. Estos expectrómetros nos permiten estudiar por una parte la mineralogía (la composición mineralógica de las rocas como por ejemplo el olivino que es abundante en Lanzarote) y en algunos casos nos permite conocer las estructuras cristalinas. Y a partir del estudio de estos minerales podemos establecer los ambientes físico-químicos en los que se forman. Estos minerales son de alguna forma geomarcadores de las condiciones en las que se han formado.
¿Y si en un futuro se envían nuevos Rover al planeta rojo se podrían probar en Lanzarote?
Evidentemente, también habría que probarlos desde el punto de vista mecánico, cómo se comportan las ruedas, las cámaras... para ver cómo se comportan en ambientes similares que puedan emular las condiciones de Marte.
Está claro que son muchísimas las investigaciones puestas en marcha sobre ese planeta
continuamente se están aportando datos en multitud de investigaciones dado que están trabajando más de 400 científicos de todo el mundo. Todo lo que se realice a partir de ahora en Lanzarote se podrá aportar a las conclusiones . Y en el futuro para próximas misiones como la Exomars de la Agencia Espacial Europea y Nasa-Mars2020. Hay muchísimo trabajo por delante y no solo en la prueba de instrumentos sino en la comprobación de los datos que nos van llegando de las sondas espaciales. Será interesante cotejar esos datos con datos similares que podamos encontrar en la Tierra. El trabajo en las zonas terrestres no termina cuando el rover llega a Marte sino después en la comparación de los resultados y en el seguimiento para llevar a cabo interpretaciones correctas.
Uno de los puntos del convenio con el Cabildo es el de dar a conocer tanto a los turistas como a la población local aquellas investigaciones que se lleven a cabo en la isla.
Asociado a lo que es la parte científica lo que queremos es trasladar todos los datos científicos para que lleguen a la sociedad, con una componente cultural, turística y educativa. Cuando se están explicando a los turistas lo que son los tubos de lava queremos que también conozcan que ese tipo de formaciones existes en Marte y que gracias a nuestro trabajo lo puedan conocer los que nos visitan. La parte formativa es tan importante como la científica, cómo trasladamos todos los resultados que estamos obteniendo para que tengan un retorno real a la sociedad. A través del laboratorio de geociencia que tenemos con el Cabildo la Casa de los Volcanes ubicadca en Los Jameos del Agua será también un componente fundamental.
