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El recetario del emprendedor

Jóvenes lanzaroteños participan en un programa pionero en España que fomenta el talento y la educación financiera - Los asistentes tienen entre 15 y 20 años

Vanessa Marrero (de pie primera por la izquierda), el pasado jueves, junto a la mayoría de sus estudiantes, en la Cámara de Comercio. JAVIER FUENTES

"Emprender no es una ciencia ni un arte. Es una práctica. Donde hay una empresa de éxito, alguien tomó alguna vez una decisión valiente", sentenció el abogado y economista Peter Drucker. El pintor Vicent Van Gogh tampoco se quedó atrás: "¿Qué sería de la vida si no tuviéramos el valor de intentar algo nuevo?" Para el Premio Nobel de Literatura José Saramago "la inspiración solo es el esqueleto de una idea. El trabajo y la disciplina son los que forman el cuerpo de ese esqueleto".

Son las tres reflexiones que cuelgan de las paredes de la sala del centro de formación ubicado en la Cámara de Comercio de Lanzarote donde el pasado jueves 31 estudiantes de la Isla con edades comprendidas entre los 15 y 20 años comenzaron el primer ciclo formativo de la Escuela de Jóvenes Emprendedores, un proyecto de El Recetario Financiero, pionero en España que ha arrancado de forma simultánea en Lanzarote y en Marina Alta, localidad de la provincia de Alicante.

En esta primera etapa, que se extenderá hasta junio de este año con una sesión semanal de dos horas y una metodología muy activa, los chicos descubrirán las habilidades, actitudes y valores de la persona emprendedora a través del juego El camino del emprendedor. En su recorrido tendrán que afrontar retos, desafíos y ganar puntos de actitudes y fortalezas para la competición final que quedarán registrados en su pasaporte emprendedor.

La directora de la escuela en Lanzarote, Vanessa Marrero, explicó que la selección de alumnos se llevó a cabo en la fase previa en la que participaron unos 1.100 matriculados de los 14 institutos de la Isla. Consistió en un taller de una hora de duración sobre emprendeduría en horario lectivo y en una charla posterior en la que se presentó el proyecto a alrededor de 400 jóvenes, entre los cuales se seleccionó a los 30 que acuden a las clases en la cámara. Grabaron un vídeo en el que expusieron "por qué y para qué querían pertenecer a la escuela. Queremos que vengan relajados a la escuela para que su creatividad se explaye al cien por cien".

Conocer las motivaciones

Marrero afirmó que "no nos sirve de nada explicarles cómo se monta una empresa o hablar de un proyecto emprendedor si no conocen sus motivaciones, lo que les gusta hacer, cuáles son sus pasiones, talentos o no saben trabajar en equipo". De ahí que en la primera parte del programa se incida en esos aspectos "para crear emprendedores convencidos y felices y con las actitudes y habilidades para poder serlo y que las clases no se queden en una formación más".

Uno de los ingredientes necesarios es la motivación, toda vez que los chicos están "en un momento crucial de sus vidas en el que tienen que tomar decisiones como qué van a estudiar en el futuro y, sin embargo, están perdidos porque no tienen madurez suficiente o el sistema muchas veces les coarta porque les da determinadas opciones", comentó Marrero. Añadió que "lo que intentamos transmitirles es que lo importante es encontrar tu pasión, es decir, que trabajen en lo que les apasione".

Beatriz García y Brenda González, de 15 años, estudian en el Colegio Arenas Internacional. Se apuntaron porque la idea les pareció "innovadora" y "para conocer a gente interesante". A Beatriz le gustaría promover alguna actividad relacionada con la ecología, al igual que su compañera, y considera que "cualquier edad es buena para emprender".

Eliana Parrilla, de 15 años, acude al instituto de Tinajo. Es presidenta de la Asociación Joven Tiagua. Considera que a través de la escuela puede sacar ideas para el colectivo que ella misma fundó y que "la gente sepa que los jóvenes tenemos nuestra propia voz y nuestros proyectos".

Julián Ferro, de 18 años y estudiante del instituto de Puerto del Carmen, todavía no ha pensado qué iniciativa desarrollará, pero quiere tener "la mejor formación posible de cara al futuro".

Daniel Miranda e Israel Groba, de 16 años, van al instituto Tías. El primero cree que "el curso puede potenciar nuestro carácter emprendedor". Quiere crear "un concepto relacionado con lo social". Por su parte, Israel opinó que la escuela le puede ayudar "a mejorar como persona". Está interesado en la fotografía y el vídeo.

En el segundo ciclo de la escuela los asistentes obtendrán conocimientos y herramientas para emprender con confianza. Por equipos deberán desarrollar un proyecto para solucionar un problema o aportar un beneficio a su entorno o comunidad local. Sus propuestas se conocerán en la Feria Joven Emprendedor. En el tercer año pondrán en práctica sus proyectos y contarán con un espacio de trabajo conjunto y un año de seguimiento de su experiencia.

El Área de Juventud del Cabildo financia esta primera promoción de la escuela, en la que colaboran los siete ayuntamientos, la cámara y Lancelot Medios.

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