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Entrevista

Orlando Luján: "La sucesión empresarial se debería tener presente en cualquier momento"

"Las empresas familiares suponen en Canarias cerca del 90% del PIB y un 80% del empleo privado", destaca el coordinador de la publicación 'El testamento del empresario. Guía civil y fiscal'

Orlando Luján Mascareño, ayer, en el hotel Costa Calero con la publicación. LP / DLP

¿Cómo surgió la idea de elaborar El testamento del empresario. Guía civil y fiscal

Fundamentalmente, porque hay una necesidad que no solo nos preocupa a los que nos dedicamos al asesoramiento fiscal, sino a la sociedad, que es intentar resolver la elevada mortalidad que tienen las empresas familiares cuando intentan pasar de una generación a la siguiente. Las estadísticas de las empresas que alcanzan la segunda o tercera generación, generalmente, desaniman. Las empresas familiares son el eje de nuestro tejido económico.

¿De qué tasa de mortalidad estamos hablando?

Del total de empresas que nos podemos encontrar solo un 30%, aproximadamente, es de segunda generación. Escasamente una cifra inferior al 10% llega a la tercera generación, lo cual demuestra que hay mucha mortalidad especialmente en ese tránsito de una generación a la siguiente.

¿A qué se debe, fundamentalmente, esa alta tasa de fracaso?

Hay muchas causas y una de ellas es la no planificación, en ocasiones también los impuestos asociados al relevo generacional, puesto que no solo hay impuestos sobre sucesiones y donaciones, aunque en esto hay mucha disparidad en el territorio nacional en función de la comunidad autónoma en la que nos encontremos con una dificultad mayor o menor. Sin embargo, hay que tener en cuenta que estas empresas familiares suponen en Canarias cerca del 90% del Producto Interior Bruto (PIB) y, aproximadamente, un 80% del empleo privado.

El pasado año el Parlamento Europeo instó a los países miembros a adoptar medidas para mejorar el marco jurídico que garantice la continuidad de las empresas familiares. ¿Ha hecho el Gobierno de España los deberes al respecto?

Existen medidas que ya se habían adoptado a nivel estatal como son determinadas bonificaciones en el propio impuesto sobre sucesiones y donaciones, alguna medida de exención en el Impuesto sobre la Renta, tanto por las donaciones como por las herencias que se hagan en la sucesión de la herencia familiar con determinados requisitos que cumplir. Tenemos un marco tributario que permite que la carga tributaria no sea excesiva. Lo único que hay que hacer es conocerlo y aplicar los resortes del mismo para que las empresas los puedan sortear y que esto no sea un obstáculo para la continuidad.

¿Las empresas conocen realmente esas medidas?

Creo que se no se conocen suficientemente las medidas y, de hecho, el trabajo que hemos realizado lo que pretende es difundir, con propuestas prácticas, respuestas a las implicaciones tributarias de este proceso sucesorio, a los aspectos civiles del testamento, que hay que planificar y hacer con tiempo. Si se hiciera así, las probabilidades de éxito de continuidad de las empresas se multiplicaría por mucho y se aseguraría de forma razonable la continuidad de la empresa que, al final es la continuidad del empleo.

Planificar la sucesión es uno de los momentos más críticos de la sucesión empresarial familiar. ¿Cuál es el momento más idóneo para hacer este proceso?

La planificación de la sucesión casi debe hacerse en cualquier momento porque la contingencia de dejar de estar en este planeta no depende de nosotros. Es verdad que a medida que se cumplen más años es más acuciante la necesidad, pero la sucesión empresarial se debería tener presente en cualquier momento, al menos, una mínima planificación.

¿Qué hay que tener en cuenta en ese proceso?

Hay que buscar un equilibrio, que no es fácil, entre la voluntad del empresario, a quién desea dejarle cosas y qué cosas y el respeto a la legalidad con determinados requisitos mínimos y legítimas que hay que cumplir perfectamente y que si no se cumplieran bien generarían problemas, incluso tributarios. Hay que evitar conflictos a los sucesores y también es importante buscar un equilibrio con quién va a gobernar esa empresa. Hay muchos aspectos a tener en cuenta que no se pueden dejar para última hora, porque si no, será tarde.

Una de las novedades del libro que usted coordina respecto a otras publicaciones es que se aborda la preparación del testamento desde una perspectiva multidisciplinar.

Nuestra publicación da respuestas desde el punto de vista del testamento del empresario e incorpora un amplio elenco de modelos de cláusulas testamentarias que pueden resolver las circunstancias personales y problemáticas más frecuentes, que son múltiples, se analizan las operaciones particionales y se hace un análisis desde los ámbitos del derecho civil y tributario o desde la fiscalidad. Hasta la fecha no existían tratamientos que aunaran estas dos disciplinas en el análisis del proceso sucesorio de la empresa familiar.

Desde su experiencia, ¿cuáles son los principales conflictos en las sucesiones?

Son variados. A veces, en la elección del sucesor, en la aceptación de incorporación de personas ajenas a la familia...

¿Las empresas familiares sortean mejor la crisis?

Las empresas familiares sufren la crisis pero tienen la perspectiva a largo plazo y les da una fortaleza tremenda. Están dotadas, generalmente, de una mayor flexibilidad en la toma de decisiones y en periodos de crisis la agilidad en adaptarse a las necesidades del mercado y a las circunstancias económicas es vital para la supervivencia. Es decir, son resistentes a momentos de dificultad, sin perjuicio de que, muchas veces, por su menor dimensión, tienen otras carencias.

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