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Gatos contra aves en La Graciosa

Los expertos recomiendan erradicar los felinos asilvestrados para garantizar la supervivencia de los pájaros protegidos - El petrel de Bulwer y el paíño pechialbo, entre la fauna amenazada

Los gatos que se pasean sin ningún tipo de control por La Graciosa se convierten en una seria amenaza para la conservación de la vida silvestre en el mayor de los islotes del Archipiélago Chinijo, un territorio protegido con la categoría de Parque Natural. El instinto depredador de estos animales no es ninguna sorpresa, pero su comportamiento es más despiadado aún si cabe en La Graciosa, un territorio de 29 kilómetros cuadrados.

Entre las presas de los felinos asilvestrados figuran especies de aves marinas protegidas a escala regional, nacional e internacional como son el petrel de Bulwer (Bulweria bulwerii), el paíño pechialbo (Pelagodroma marina) y el paíño europeo (Hydrobates pelagicus).

Por ello, organizaciones como la Sociedad Española de Ornitología (SEO/Bird Life) y expertos del Grupo de Ecología y Evolución en Islas del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que investigan el impacto de especies invasoras en territorios insulares, reclaman acciones periódicas para el control y erradicación de la población de gatos en La Graciosa.

El devastador impacto de los felinos sobre los vertebrados del islote, dejó unas cifras preocupantes en 2014, tal y como recoge la Memoria Anual de Actividades del Centro Isla de La Graciosa, dependiente del Organismo Autónomo de Parques Nacionales, que gestiona ese territorio insular a excepción de las núcleos urbanos de Caleta de Sebo y Pedro Barba, ambos bajo la administración del Ayuntamiento de Teguise.

El hallazgo de restos mortales de un Petrel de Bulwer en agosto de 2014 por parte del agente medioambiental del Centro Isla de La Graciosa en la Punta del Hueso, en el norte de la Isla, originó una inspección de la zona en busca de otros indicios. Se encontraron "numerosas huellas que podrían tratarse de un gato doméstico, alguna de humanos fuera de la pista que atraviesa el lugar, y una o dos que encajaban con las de un perro", según la memoria, lo que llevó a ampliar la investigación a una superficie de 1.500 metros cuadrados en la que se descubrieron "abundantes restos de alas dispersas", señala el documento.

Se localizaron más de un centenar de alas de aves pelágicas, de especies como Petrel de Bulwer, Paíño pechialbo, Paíño común, y sospechas de otras como la Pardela Chica o Paíño de Madeira. Después de los análisis de las alas, patas y huesos de los pájaros realizados por SEO/BirdLife se determinó que las fracturas que presentaban los restos eran indicativas de haber sido depredadas por gatos.

Se concluyó que había un mínimo de 75 ejemplares destrozados, de los cuales 68 eran de Petrel de Bulwer, seis de Paíño pechialbo y uno de Paíño europeo.

De forma paralela, personal del Centro Isla de La Graciosa, tras poner los hechos en conocimiento del Seprona, el Servicio de Medio Ambiente del Cabildo y la Policía Local de Teguise, instaló cinco trampas para la captura de animales asilvestrados cebadas con alimento. En un mes se capturaron nueve gatos que fueron llevados al albergue municipal de Teguise para castrar a los machos y así evitar la reproducción, y dar en adopción a los ejemplares no violentos.

La pasada Semana Santa una decena de expertos de la Universidad de La Laguna, el CSIC y la Asociación de Amigos de la Pardela, se trasladaron a La Graciosa para realizar un censo de gatos asilvestrados a través de la localización de huellas y excrementos en diversas áreas de la isla.

La doctora en Biología y miembro del Grupo de Ecología y Evolución en Islas del CSIC Marta López explicó que la isla entera se dividió en cuadrículas de 500 metros cuadrados cada una (unas 150 cuadrículas), cada una de las cuales fue explorada exhaustivamente en busca de heces de gatos. Además de Caleta de Sebo, localidad con más abundancia de gatos, hallaron señales en otros sitios con actividad antrópica como el camping de la Playa del Salao, granjas de animales y cultivos del interior de la isla y la zona entre Playa Francesa y Montaña Amarilla.

"No sabemos cuántos ejemplares hay, pero sí dónde es mayor su densidad y dónde menos", indicó López.El estudio permitirá planificar con más información la posible erradicación de los gatos asilvestrados en La Graciosa.

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