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97 aniversario del nacimiento de Manrique Una obra inédita

Cuando César dibujó con su sangre

Los archivos del escritor y periodista Agustín de la Hoz conservan una pequeña obra inédita de Manrique realizada en el centro cultural El Almacén de Arrecife el seis de abril de 1976

César Manrique en su estudio. LP/DLP

"En El Almacén cada día pasaba algo". El artista Luis Ibáñez y uno de los fundadores del centro cultural El Almacén en Arrecife en 1974 junto a César Manrique y Gerardo Fontes (proyecto al que luego se sumaría Pepe Dámaso) relata la revolución cultural que supuso para Lanzarote la apertura de lo que se llamó en sus orígenes el laboratorio artístico-cultural-comercial El Almacén.

Un centro polidimensional en el que el artista César Manrique (1919-1992) brillaba siempre con luz propia. Y ha sido en los documentos personales del historiador, periodista y escritor Agustín de la Hoz, que se custodian en el Archivo Municipal de Arrecife. donde se ha encontrado un dibujo inédito que Manrique realizó con su propia sangre un seis de abril de 1976 sobre un pequeño catálogo de una exposición del pintor tinerfeño José Luis Fajardo que que tenía colgada en ese momento en la galería Aela-Puigcerdá de Madrid.

"En el Almacén a 6 de abril, 9 de la noche, ante los abajos firmantes dan fe que César Manrique utilizando sangre propia realizó el dibujo que figura al dorso y lo firmó". Un texto con el que se pretendía dar fe de la autenticidad del dibujo realizado por el artista lanzaroteño. Un dibujo que tenía lugar poco antes del 25 de abril, fecha en el que Manrique cumpliera entonces los 57 años.

Entre las firmas que se han podido autentificar se encuentran las del periodista Aureliano Montero Gabarrón (que fue corresponsal entre otros medios de LA PROVINCIA Y DIARIO DE LAS PALMAS y destacado miembro del PSOE) fallecido en marzo de 2005 y Juan Luis Brito, exconsejero del Cabildo de Lanzarote.

"Antes de irme a hacer la mili trabajé un corto periodo de tiempo como director de la galería de arte", cuenta Brito que, sin embargo, asegura no recordar el momento en el que firmó ese catálogo. "La firma evidentemente es mía pero después de 40 años no me acuerdo", se lamenta. Brito había llegado al Almacén de la mano de Gerardo Fontes. "Lo que sí recuerdo es que se formaban todo tipo de tertulias".

Lo que sí es cierto es que la firma de Manrique es auténtica. "No disponemos de información sobre este dibujo ocasional de César, hecho con su propia sangre, pero, sin duda, la firma es auténtica", asegura el director de la Fundación César Manrique (FCM), Fernando Góme Aguilera después de analizar el dibujo.

Gerardo Fontes recuerda vagamente una anécdota en la que César realizó un dibujo después de cortarse en El Almacén. "No sé si fue el día en el que se realizó pero me suena un hecho de estas característica", rememora.

El pintor José Luis Fajardo, que actualmente reside en Madrid, tampoco puede aportar algún tipo de información sobre el dibujo realizado sobre la invitación de su exposición. "Lamentablemente no recuerdo nada" indica Fajardo que si cree que por esas fechas realizara una exposición de sus dibujos en El Almacén.

Fajardo al igual que Manrique, Martín Chirino, Manolo Millares, José Abad, entre otros, formaban parte junto a otros artistas canarios de la exposición itinerante de arte canario que se exponía en abril de 1976 en la sala de exposiciones de Bellas Artes de Madrid.

Por su parte, el director del Archivo Municipal, Benchomo Guadalupe, que fue la persona que se encontró el dibujo no sabe precisar porqué estaba entre los papeles de Agustín de la Hoz dado que su firma no se encuentra en el catálogo. Eso sí de la Hoz era otro de los personajes que frecuentaban el centro cultural.

Y es que esa reunión previsiblemente de amigos en torno a la figura de Manrique tenía lugar un martes de principios de abril. "El Almacén era el centro neurálgico de la intelectualidad lanzaroteña, en el que además de los artistas que venían a la isla también estaban periodistas y políticos", indica Fontes.

"Antes de la muerte de Franco decían que Almacén era un reducto de comunistas y después con la llegada de la Democracia llegaron a decir que allí iban los fachas", sostiene Fontes.

Lo que si es evidenteque el dibujo lo realizó César en una de las tantas tertulias artísticas y políticas que cada noche tenía lugar en un centro que además contaba con una librería (que se abrió con el nombre de García Lorca por otro de los fundadores del PSOE en Lanzarote, Agustín Torres), una sala de proyecciones, un bar (llamado Pablo Picasso), la sala de arte El Aljibe y varias tiendas.

"Este tipo de gestos circunstanciales por parte de los artistas no es infrecuente con motivo de inauguraciones, fiestas o encuentros de amigos en ocasiones señaladas. No tiene más alcance que el de la impronta de un momento, una huella de celebración que da testimonio de la expansión compartida con otros. Este arabesco trazado por César el 6 de abril de 1976 no se relaciona con sus formas expresivas habituales en pintura", recalca Gómez Aguilera.

El director de la FCM aporta que en este dibujo el artista conejero "en una suerte de caligrafía árabe imaginaria, muy gestual, César improvisa y deja constancia de un instante de celebración y de amistad relacionado con el arte y las manifestaciones de la cultura. Y para subrayar su presencia, plasma su firma inequívoca integrándola con el trazo del dibujo y haciéndola sobresalir. ¿Cómo interpretarlo? Como una celebración de la propia vida y de la intensidad del momento compartido", sostiene Gómez Aguilera.

Prácticamente desde su apertura en marzo de 1974 El Almacén fue un punto de lanzamiento para cientos de artistas españoles e internacionalas. En abril de 1976 cuando César dibujó con sangre, la galería El Aljibe contaba con una exposición del pintor alemán Leo Grewening, inaugurada el viernes 2 de abril, mientras que al día siguiente el escultor húngaron Laszlo Szabo hacía lo propio en el estudio de Manrique en su vivienda del Taro de Tahíche, reconvertida desde 1992 en su fundación.

Eran los días previos al viaje que realizó Manrique a Egipto con Pepe Dámaso y Vicente Vela. A finales de mes ya había regresado, aunque ese mismo año viajó también a China acompañado de su gran colaborar, el arquitecto Fernando Higueras y Vicente Vela, entre el 20 de octubre, que llega a Pekín, y el 8 de noviembre que regresa.

"Fue para él un viaje que le impresionó mucho. En la Casa-Museo de Haría, se muestra una foto suya saltando a la comba en el patio de una escuela china que visitó. Le llamó la atención que se enseñara español. Visitó la Gran Muralla, una fábrica de cerámica lacada, las tumbas Ming y viajó a Nanking, Shangay y Canton", señala Fernando Gómez.

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