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El éxito como recompensa

El esfuerzo y la constancia respaldan los logros profesionales de Virginia Barber P La joven estudió en Las Dominicas y el IES Yaiza

Los hermanos lanzaroteños Virginia (39), Diego (38) y Anna (35) Barber Rioja representan la constancia, el esfuerzo, la confianza en sí mismos y los sueños hechos realidad. Los tres residen en Nueva York, ciudad en la que se estableció Virginia, doctora en Psicología Forense, desde hace unos 15 años tras terminar su carrera de Psicología en Madrid, recuerda un familiar cercano. Se fue a estudiar inglés de forma intensiva durante un año en la ciudad de los rascacielos para luego matricularse en un máster en Psicología Forense y realizar posteriormente el doctorado. "Fue la única extranjera que escogieron en el máster de los 70 que lo solicitaron", afirma su pariente desde Lanzarote.

Virginia, que se muestra "muy ilusionada" por su nueva responsabilidad como directora de salud mental de Rikers Island, y sus hermanos realizaron el Graduado Escolar en el colegio Santa María de Los Volcanes, gestionado por la congregación religiosa Dominicas, un colegio de enseñanza concertada situado en Arrecife al que se trasladaban diariamente desde Puerto del Carmen (Tías), donde continúa la casa familiar. En el curso 2009-2010 Las Misioneras Hijas de la Sagrada Familia de Nazaret asumieron la titularidad del centro. Los Barber hicieron el Bachiller y el COU en el instituto público Yaiza.

María Jesús Trujillo, jefa de estudios del IES Yaiza y docente en estas instalaciones desde 1992, fue profesora de Lengua Castellana y Literatura de Virginia, Diego y Anna, a la que llaman cariñosamente Aniti. "Recuerdo a los tres con muchísimo cariño y tanto uno como otro son personas con una calidad humana extraordinaria", afirmó ayer María Jesús.

La docente recordó que Virginia "era una estudiante ejemplar con un nivel de autoexigencia extraordinario. Todo en ella era esfuerzo y trabajo. Era una persona muy perefeccionista, cualidades que le han permitido llegar a donde ha llegado". Diego y Anna quizás "tenían un menor nivel de autoxigencia, tenían más chispa y eran tremendamente divertidos, pero también era buenos estudiantes", indicó María Jesús. "No hay profesor que no recuerde el paso de los tres hermanos por el instituto. Son personas que siempre se te quedan grabadas", reconoce la jefa de estudios del IES Yaiza.

Diego es un reconocido guitarrista y compositor que ha recorrido el mundo con sus actuaciones y Anna es una destacada diseñadora de zapatos que ahora trabaja para la firma Julieta. Antes lo hizo para Donna Karan y Michael Kors, señala un familiar. La carrera profesional de ambos, al igual que la de su hermana en la Psicología Forense, es imparable.

Pero nada es fruto de la casualidad. "Son niños que podrían haber vivido de las rentas, pero se tienen bien ganado todo lo que han conseguido. La verdad, es que se lo merecen y ello me satisface enormente", destaca María Jesús.

El espíritu emprendedor de cada uno ha sido clave para ascender en sus carreras. No menos importantes son la firmeza con la que han perseguido sus metas, el respaldo familiar a los proyectos de estos jóvenes, "aún en mundos que a priori pueden ser más arriesgados como son la música y el diseño", apunta María Jesús, y una sólida confianza en sí mismos por muy imposible que vean las cosas, subrayó.

Pese al éxito en campos tan dispares como la Psicología Forense, la música o la moda, María Jesús valora por encima de todo la sencillez y la humildad de sus ex alumnos como personas. "Es muy importante mantener esos valores y así lo he podido constatar cada vez que me los he encontrado causalmente cuando vienen a la Isla". Siente "satisfacción y admiración por los tres".

Como anécdota María Jesús citó que Diego siempre tenía en la mano una púa de guitarra. "Se podía olvidar de traer el bolígrafo, algún libro o de la mochila cuando venía a clase, pero de lo que se no se olvidaba nunca era de su púa, que no soltaba en ningún momento. La bohemia del músico la llevaba siempre consigo".

El teatro era otra de sus aficiones. "Diego era siempre la chispa del grupo", manifestó la docente. Su hermana Anna es una persona tremendamente creativa.

De lo tres, el que tuvo claro desde un principio a lo que se quería dedicar era Diego, coincidieron en manifestar María Jesús, un familiar de los chicos y "una amiga de toda la vida" de los Barber Rioja, Chini Battaglini.

Esta lanzaroteña, que actualmente reside en Londres donde trabaja como jefa de marketing de una empresa de juego on line, rememoró ayer que realmente comenzó la amistad con los Barber Rioja a raíz de la estrecha relación que tenían las madres de ambas familias. Chini y Anna se llevan menos de un año y aunque estaban en cursos diferentes en el colegio las dos han estado y siguen estando muy unidas a pesar de la distancia.

"Muchas veces me iba a casa de Anna los viernes y no salía hasta el domingo. Mi madre iba allí para poder verme el fin de semana. La vivienda es enorme. Siempre estaba llena de gente. Tenía caballos, gallinas, perros", relató Chini en referencia a esa época de su etapa de estudiante en Lanzarote, especialmente, la escolar.

A Virginia la recuerda "estudiando todo el día. Desde pequeña se tomaba muy en serio los estudios. Era la más estudiosa de los hermanos", dijo Chini. "Aniti y yo íbamos a molestarla, nos disfrazábamos con lo que encontrábamos pero Virginia seguía estudiando".

Otro de los momentos a los que se refirió Chini tiene que ver con la gimnasia rítmica, deporte que practicaba con las Barber.

Virginia ejercía de profesora de su hermana y de Chini con las que preparaba las exhibiciones que luego mostraban a los mayores por la tarde.

La repostería era otro de los entretenimientos de las niñas. "Hacíamos postres y se los llevábamos a las vecinas. La verdad es que Aniti y yo no parábamos", reveló sonriente Chini al revivir esas experiencias. En cuanto a Diego, "siempre estaba liado con la música y llegó a formar su propio grupo en Lanzarote. Era también muy divertido y gracioso, aunque algo ruinito", bromeó Chini. "Los quiero un montón. Crecimos juntos y nunca se me olvidará todo lo que hemos disfrutado".

Por otro lado, hizo hincapié en la naturalidad y la humildad que siguen mostrando sus tres amigos, a pesar del triunfo profesional de cada uno de ellos. "Los padres los han educado muy bien y no se olvidan de sus amigos de siempre cuando vienen de vacaciones a Lanzarote". Anna no dudó en coger un avión desde Nueva York para ir a ver a su amiga Chini a Barcelona un fin de semana en 2014. "Fue un sorpresón tremendo".

Chini espera que los tres hermanos sigan triunfando. "Me alegro un montón por ellos no solo por los logros que han conseguido hasta ahora, que no han sido pocos, sino también de lo bueno que les venga por delante a partir de este momento. Se lo merecen porque se lo han trabajado con mucho esfuerzo", les deseó a los Barber Rioja.

Virginia, Diego y Anna tienen a miles de kilómetros su tierra muy presente en Nueva York y no dudan en exhibir la bandera canaria cada vez que tienen ocasión, como las carreras deportivas en las que participan en la Gran Manzana, incluida la famosa y multitudinaria maratón.

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