Lanzarote perdía anoche a una de sus figuras claves para el desarrollo económico de la isla. El ingeniero Manuel Díaz Rijo, que fue el encargado de traer la primera desaladora de agua a Lanzarote y de Canarias en el año 1964, fallecía anoche en su casa de Madrid a los 88 años años. Nacido en el pueblo lanzaroteño de La Vegueta (Tinajo) el 20 de septiembre de 1927, Díaz Rijo cambió el rumbo de la historia de una isla que hasta ese momento dependía solo del agua de la lluvia y de los tanques de agua potable que se exportaban desde otras zonas de España en grandes buques. De hecho, el primer hotel turístico que se construyó en Lanzarote, concretamente el hotel Fariones en Puerto del Carmen (Tías), no pùdo abrirse hasta que se finalizó la conexión de agua potable con la nueva desaladora situada en Arrecife.

"Se me ocurrió pensar que Lanzarote era una especie de buque anclado en el Atlántico y que podría aplicársele las mismas solucione que ya experimentaban en otros lugares para desalar agua". Una idea que le inspiró para crear la primera desaladora en Lanzarote y Canarias a través de la empresa Termoeléctrica de Lanzarote. Como paso previo solicitó información al Departamento del Interior de Estados Unidos quienes le aportaron datos sobre las cinco plantas desaladoras que, por iniciativa del entonces presidente Kennedy, se estaban desarrollando en EE UU.