"La única romería marinera de Lanzarote que se celebra en tierra". Así define Juan Barrios el paseo con chalanas que cada año tiene lugar en las fiestas del Pino de Punta Mujeres, como el que tuvo lugar en la tarde de ayer en ese pueblo costero del municipio de Haría.

La familia Barrios se lo toma en serio y no solo exhibió sobre el asfalto la pequeña embarcación cargada de víveres que sus integrantes engalanaron con esmero. También hicieron gala de sus cañas de pescar. Los primos Himar y Mara encabezaban la representación familiar con sendos útiles a ambos lados del grupo.

Los niños Diego Simón y Alejandro Rodríguez tuvieron el honor este año de encabezar la romería. "Es la primera vez que lo hacemos y nos gusta mucho porque para nosotros es hacer algo diferente", explicaron en la calle Varadero mientras conducían un carrito de la compra con bebidas adornado con hojas de palmera.

Detrás de ellos, más de quince barquitos formaron la comitiva junto a grupos de familiares y amigos ataviados con camisa blanca y, en su mayoría, con pantalón vaquero. Como en tierra firme no hay remos que valgan, eran los propios caminantes, casi todos vecinos de Punta Mujeres, los que empujaban las chalanas, no sin dificultades en algunos tramos con ligeras cuestas. Fue el caso, entre otros, de los Hernández, Bonilla y Socas, que juntos intentaban seguir el ritmo de los que caminaban a un paso más ligero. "Si parece que van a apagar fuegos", se quejaba una de las integrantes del grupo que trataba de no quedarse rezagada.

Juan Antonio Cabrera fue más listo que el resto de chalanistas y trasladó hasta la romería el cochito de golf que rescató y reconvirtió para sus labores en el campo. Con él igual rastrilla que elimina las malas hierbas de su finca. El vehículo, conducido por él mismo, tiraba de la barca de los Cabrera Bonilla.

Gofio amasado, morena frita, tollos, pejines, roscos, queso, vino y mojitos fueron algunos de los productos que degustaron los romeros antes de las ofrendas.

Quienes no se pierden una romería en Lanzarote son los Curbelo, de Tahíche. Su parranda con guitarras y timples animaban el recorrido. "Nos apuntamos a todo. La próxima romería a la que iremos es la de Los Dolores, en Mancha Blanca", apuntó Yolanda Isidoro, madre de Aray Curbelo, quien a pesar de su corta edad ya disfruta de las tradiciones conejeras. El 10 de septiembre todos los caminos de la Isla llevarán de nuevo a Los Dolores, donde está el santuario de la patrona insular. De momento, en Punta Mujeres hay fiesta para rato.