La Virgen de los Dolores entraba en su ermita pasadas las diez de la noche. El estreno del nuevo horario vespertino hizo que la ofrenda de la patrona de Lanzarote se alargara hasta pasadas las diez de la noche. Sin embargo, una gran parte de los asistentes estaba satisfecho con el cambio. "Creo que todo está saliendo muy bien", aseguraba el alcalde de Tinajo, Jesús Machín, uno de los promotores de retrasar el comienzo de la ofrenda junto a la ermita de Mancha Blanca a las siete de la tarde.

Y si la Virgen regresaba a su pequeña ermita pasadas las diez de la noche muchos otros ni siquiera habían llegado ni siquiera hasta Mancha Blanca.Una riada de peregrinos caminaba anoche por las carreteras que se dirigen hasta Los Dolores con el objetivo de participar al menos en el baile del romero que se prolonga hasta la madrugada en la explanada situada junto a la iglesia.

El párroco de Tinajo, Víctor Domínguez se mostraba también satisfecho por cómo iba saliendo la ofrenda. "Está siendo mucho mejor que en otras ediciones sobre todo porque es fruto de las reuniones que se han mantenido en estos meses para organizar este gran día", resaltaba el párroco mientras atendía a los fieles que se acercaban a dejar las ofrendas.

El viento que se levantó en Lanzarote en la tarde de ayer obligó a poner a buen reguardo a la imagen de la patrona. "Hemos tenido que ponerla pegadita a la puerta para evitar que una racha de viento pudiera dañarla", destaca el párroco de Tinajo. Y es que se temía que el viento levantara el manto y provocara la caída de la imagen. Así que en esta ocasión los lanzaroteños tuvieron que ver a su patrona casi sin despegarse de la puerta. No era por miedo a salir sino al fuerte viento que se levantó. Y es que el viento tan característico de Lanzarote tampoco quiso perderse uno de los días más importantes en el calendario de todos los conejeros.

Otro que también estaba como un reloj en Los Dolores era Ramón Umpiérrez que a sus 83 años tenía fuerzas para montar una buena parranda. Con su inseparable guitarra, Ramón había venido en un micro desde el barrio de Santa Coloma en Arrecife junto a otro grupillo de veteranos. "Me gusta venir siempre a esta romería y sobre todo a ver a la Virgen", indicaba Ramón que sin embargo echaba de menos aquellas fiestas de juventud en "las que me podía echar un pizco y cantar a las chiquitas".

A diferencia de las anteriores ediciones, la ofrenda contó con la participación oficial de los siete municipios lanzaroteños. "Estamos muy contentos de que esta vez estén todos los municipios representados en la ofrenda", afirmaba Jesús Machín. Los ayuntamientos se habían comprometido a llevar también a un grupo folclórico de su municipio.

La alcaldesa de Arrecife, Eva de Anta asistía por vez primera como máxima representantes municipal después de haber tomado posesión de su cargo hace apenas unos meses. "Una artesana me ha confeccionado este traje como homenaje a la mujer graciosera", recalcaba la alcadesa. De hecho, la Feria Insular de Artesanía que abre sus puertas en Mancha Blanca entre los días 14 y 18 de este mes tendrá un capítulo oficial a las mujeres artesanas de la octava isla.

Los que estaban un poco arrascados eran los componentes de la parranda Los Buches y prácticamente toda la delegación de Arrecife. Es tradicional que la ofrenda a Los Dolores lo abra esta parranda marinera aunque en esta ocasión tuvieron que esperar a que se solventara el problema que surgió a última hora en el motor que tira del barco que acompaña tanto a la parranda como a la comitiva oficial de Arrecife.

Así que en esta ocasión fue la agrupación folclórica Los Campesinos la que tuvo el honor de abrir el baile ante la Virgen. Un grupo que acompañaba a la carreta del Cabildo de Lanzarote que e además trajeron un grupo de cinco camellos ataviados con aperos de labranza. Y gracias porque si no los lanzaroteños se hubiesen quedado con las ganas de ver a su animal más emblemático.

Desde luego se echa en falta la presencia de más animales en la romería, sobre todo, para tirar de las carretas. En el caso del Ayuntamiento de San Bartolomé el tractor era incluso más grande que la carreta. Un síntoma de que en el campo lanzaroteño apenas quedan ya animales para realizar las tareas agrícolas.

Los que se lo tomaron más en serio fueron los representantes del Ayuntamiento de Haría que llevaron hasta Los Dolores a la calesa realizada por su vecino, Manuel Perdomo.

Tampoco faltaron a la cita los hermanos de San Francisco Javier en Arrecife, Tomás y Encarnación Acosta que al igual que el pasado año dejaron a la Virgen una hermosa calabaza de 25 kilos. Los productos de la tierra fueron los grandes protagonistas y de forma especial las famosas batatas conejeras, que se cultivan en el jable. El vecino de San Bartolomé, Chofillo, "es que si no nadie me conoce", llevó unos cuantos kilos porque según dice donde mejor se cultivan es en su municipio.

Un grupo de unos 50 gracioseros también se acercaron desde la octava isla para rendir un tributo a la patrona de Lanzarote. La concejal de Teguise por La Graciosa, Alicia Páez encabezaba la comitiva, después de haber participado esta misma semana en la romería de las fiestas del Pino.

Cae la noche y la Virgen de los Volcanes regresa a su ermita tras lograr reunir unos cuantos miles de kilos de alimentos que serán distribuidos entre las personas más necesitadas de la isla. Seguro que muchos de esos conejeros estaban ayer pidiéndole un pequeño milagro.