Las restricciones de tráfico del tramo de la avenida marítima de Arrecife que une la rotonda de la playa del Reducto y el Puente de las Bolas se ha convertido en uno de los asuntos más polémicos en la capital lanzaroteña en el último año. Los apenas 800 metros de longitud con los que cuenta este tramo llevan camino de convertirse en la primera crisis de gobierno de la nueva alcaldesa, la socialista Eva de Anta. Lo que en un principio era una voz unánime en el grupo de gobierno de Arrecife (PSOE, PIL y CC) de dar a esta vía un uso semipeatonal (solo se permitiría el transporte público, servicios de emergencia y seguridad y empresarios y residentes de la zona) en la última semana solo los socialistas se mantienen firmes en este propósito.
La fractura del grupo de gobierno por este asunto es total. Los nacionalistas después de pedir una consulta popular y aprobar en pleno la semipeatonalización ahora se desmarca pidiendo que se reabra lo antes posible en un solo sentido al igual que habían solicitado una semana antes los concejales del PIL, sus socios de gobierno junto al PSOE.
Ante este panorama, el PSOE se reunía en la noche del miércoles a su gestora en Arrecife para recordar que cualquier cambio debe ser aprobado de nuevo por el pleno. "Mantenernos que esta decisión es una muestra de respeto a las decisiones plenarias, coherencia con los valores de la movilidad sostenible y defensa de un modelo de ciudad que nosotros, los socialistas, sí tenemos claro", concluye el PSOE.
De forma paralela, el PP solicitaba ayer un pleno extraordinario para reclamar la apertura. "Ni los comerciantes ni los ciudadanos en general tienen porqué seguir pagando y aguantando más tiempo una situación que se ha creado por la falta de criterio, la incompetencia y la improvisación del actual equipo de gobierno", recalca la portavoz del PP, Dácil Garcías.
Los empresarios por su parte, lo tienen bastante claro: la avenida tiene que estar abierta al tráfico al menos en un sentido. En este asunto a los negocios de la zona les llueve sobre mojado sobre todo por culpa de unas obras que se han alargado más de un año cuando las previsiones eran de apenas unos cuatro meses. Un retraso que incluso dio lugar a la creación de una asociación de empresarios para defender la zona.
En agosto de 2015 el Ayuntamiento de Arrecife cerraba al tráfico este tramo de la avenida con la finalidad de ejecutar un proyecto (financiado por el Gobierno de Canarias y dirigido por el Cabildo) encaminado a revitalizar el centro de la capital. Pero pronto se comprobó que el objetivo de reabrir esta vía en navidades era una quimera. El Cabildo se vio obligado incluso a rescindir el contrato a la primera empresa adjudicataria al ver que la obra se eternizaba, incumpliendo los plazos de finalización un día sí y otro también.
De hecho está previsto que hoy viernes el Cabildo recepcione de forma oficial la obra tras hacerse cargo de su ejecución la empresa pública Tragsa. Una vez cumplimentado este trámite el Ayuntamiento tendrá que decidir si la mantiene con tráfico restringido o se abre en un solo sentido.
En este clima de cabreo permanente los empresarios insisten en que la avenida tiene que estar abierta al tráfico. La Cámara de Comercio no ha dudado en liderar una rebelión contra el Ayuntamiento para lograr que se dé marcha atrás a la semipeatonalización. Desde hace una semana se ha puesto en marcha una recogida de firmas para exigir la apertura al tráfico de esta carrera en un solo sentido, concretamente desde el Cabildo hacia el puerto deportivo. "Se están cargando el comercio de Arrecife", sostiene el presidente de la Cámara, José Torres.
"La limitación de la vía a un único sentido (con velocidad reducida y limitación de peso de vehículos para evitar los de gran tonelaje) permitirá reducir de modo significativo el número de vehículos que transitan, garantizará que los vecinos puedan acceder a sus aparcamientos sin dificultad, agilizará la fluidez del tráfico en una ciudad que se está viendo saturada y permitirá un desahogo de la actual situación de asfixia que vive el comercio de la zona centro de Arrecife". Este es el argumento de una recogida de firmas a la que se han sumado ya más de 2.000 personas.
