"Hemos encontrado multitud de fragmentos de lápidas y cruces repartidos por todo el cementerio". La directora del Archivo Municipal de Teguise, María Dolores Rodríguez, confiesa su preocupación por la situación en la que se encontraba hasta hace unos meses el que está considerado como el primer cementerio católico de Lanzarote, construido a inicios del siglo XIX. Unos destrozos que han llevado al Ayuntamiento de Teguise a ejecutar un auténtico plan integral de restauración del cementerio tras recibir el visto bueno de la Diócesis de Canarias y el Departamento de Patrimonio Histórico del Cabildo lanzaroteño.
El objetivo de los responsables municipales es que el cementerio pueda ser visitado no solo por los familiares de las personas que están enterradas en el mismo sino también por aquellos que estén interesados en la cultura religiosa y necrológica. De hecho, un simple recorrido por los panteones y tumbas de este camposanto puede llevar a descubrir el pasado de la isla de los volcanes.
Una vez que esté completamente restaurada se pedirá la autorización de la Diócesis para poder mantenerlo abierto al público y con la vigilancia necesaria para impedir nuevos ataques de vándalos. Además, se ha aumentado la altura en algunos tramos del muro que bordea al cementerio para dificultad el acceso, especialmente en horario nocturno.
Las vándalos y los ritos de magia negra se han cebado con un camposanto que alberga los mausoleos de las primeras familias de nobles de Lanzarote y las tumbas de vecinos de los principales núcleos poblacionales de la isla dado que al no existir otros cementerios eran enterrados en Teguise a partir del año 1814.
Con anterioridad, los entierros se realizaban en los conventos y en las iglesias. De hecho, prácticamente todo el subsuelo de los conventos de Santo Domingo y San Francisco (este último es ahora una sala de exposiciones) contienen tumbas, al igual que en las iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, que incluso tiene en su parte trasera un pequeño cementerio.
El camposanto de Teguise estuvo activo hasta el año 1979. Unos años antes, concretamente en 1974 se acuerda la construcción de un nuevo cementerio católico-civil. Para ello, se elige como lugar de emplazamiento la zona denominada Los Clavijos. En 1979 se culminaron las obras Se finalizan las obras en 1979 denominándose al nuevo cementerio con el nombre de Nuestra Señora de Las Nieves.
Las previsiones municipales es que el viejo camposanto esté abierto el próximo año. Además, se prevé acondicionar el antiguo cuarto para las autopsias como pequeña oficina de información en la que se pondrán paneles explicando su historia y breves reseñas de los personajes más relevantes.
Otra de las novedades es la recuperación del color original de la capilla del cementerio (construida en 1822) y de algunos de los panteones, al mismo tiempo que desde el Archivo de Teguise se está elaborando un estudio de los enterramientos que se han llevado a cabo en este cementerio. "Estamos revisando todos los libros de inhumaciones que tenemos en el archivo aunque sabemos que es un trabajo muy laborioso y complicado", señala María Dolores Rodríguez.
Hasta el momento se han contabilizado un total de 238 enterramientos entre panteones y tumbas, aunque se desconoce el número de personas que pueden haber en el camposanto. "Hemos descubierto que algunas tumbas son auténticos pozos en los que previsiblemente se pueden encontrar más de un cadáver", señala la directora del Archivo. Los destrozos en algunas lápidas han dejado al descubierto la profundidad y escaleras subterráneas para acceder al interior.
