La gran atracción de la marina de Puerto Calero estos días es el megayate Kibo, de 82 metros de eslora y 13 metros de manga. La embarcación, que llegó el pasado jueves al muelle deportivo de Puerto Calero procedente de Gibraltar, es la mayor de estas características que ha pasado por este puerto del municipio de Yaiza en toda su historia, inaugurado en los años 90 del siglo pasado, indicaron ayer fuentes de Calero Marinas, grupo empresarial lanzaroteño al que pertenecen esas instalaciones y las de Marina Lanzarote, en Arrecife.
El barco tiene bandera de las Islas Caymán y según el portal www.superyachtfan.com pertenece al billonario ruso del sector de librerías y medios de comunicación Alexander Mamut, asesor en los 90 del entonces presidente de la federación rusa Boris Yeltsin. Fue construido por Abeking&Rasmussen en Alemania y en junio de 2014 se entregó a su dueño.
El Kibo está valorado en 125 millones de dólares, que al cambio actual serían 113,7 millones de euros. Esa cifra es el equivalente al presupuesto del Cabildo de Lanzarote para este año, que alcanza 113,9 millones de euros, sin contar las cuentas del Consejo Insular de Aguas, el Instituto Insular de Atención Social, el Consorcio de Seguridad, Emergencias y Extinción de Incendios, el Consorcio Insular de Aguas y los Centros Turísticos, que en su conjunto elevan la cuantía a 145,2 millones de euros.
El navío puede albergar hasta 26 personas, pues tiene capacidad para 12 huéspedes distribuidos en 12 cabinas y una tripulación de 14 miembros repartidos en 7 cabinas.
La tripulación se afanaba este domingo en limpiar las cubiertas del Kibo, por lo que no se descarta que su dueño visite Lanzarote para disfrutar de su singular propiedad flotante, indicó personal de Puerto Calero. También se baraja que las personas que trabajan en él lo pongan a punto para trasladarlo hasta otro destino una vez abandone Lanzarote. En todo caso, los empleados se resisten a confirmar a quién pertenece el Kibo y cuál será su próxima ruta. "No nos está permitido desvelar nada", aseveró un trabajador balleta en mano mientras sacaba brillo a una de las barandillas de una de las cubiertas.
Está previsto que el Kibo permanezca en Puerto Calero durante una semana y a continuación se traslade hasta Marina Lanzarote, en Arrecife, informó una fuente de Calero Marinas. La escala marcará otro hito en ese muelle capitalino toda vez que será la primera vez en dos años, desde su inauguración en octubre de 2014, que reciba un megayate de ese tamaño. "Hemos recibido muchos barcos de más de 30 metros y hasta de 60 pero nunca uno de más de 80 metros", precisaron desde Calero Marinas. Marina Lanzarote tiene un taller de reparación de megayates y un elevador de 20 metros de altura con una grúa capaz de levantar hasta 820 toneladas de peso.
El capitán del Kibo ya estuvo en los años 90 en Puerto Calero "con otro barco de dimensiones algo menores", recuerdan desde Calero Marinas. Destacan que "la calidad de las instalaciones de Lanzarote hace que los capitanes repitan escala en la Isla, lo que es muy importante por la cantidad de servicios que demandan no solo en amarres sino en otros como compra de alimentos, flores o alquiler de coches".
La eslora del Kibo es la mitad de la de los cruceros de menor tamaño que visitan Arrecife,como el Saga Pearl II (164 metros), que arribará el martes 1 de noviembre, según la previsión de la Autoridad Portuaria de Las Palmas. Marina Rubicón, en Playa Blanca (Yaiza), también ha acogido "algún megayate de entre 81 y 82 metros", aseveró su director, Rafael Lasso.
