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El juez Lis declara ante el TSJC

El titular del Juzgado de Instrucción número 3 está acusado de falsedad documental, prevaricación y retardo malicioso en el caso de robos de autos del 'caso Unión'

Rafael Lis Estévez. LP/DLP

El magistrado Rafael Lis Estévez, titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Arrecife, declaró ayer en calidad de investigado ante el juez Javier Varona, de la Sala de lo Penal del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC), que le imputa los delitos de falsedad documental, prevaricación judicial y retardo malicioso de la Administración de Justicia.

También declararon ayer como testigos en el TSJC, dentro del mismo procedimiento, el exsecretario del Juzgado de Lis, Jesús Carboneras, en la actualidad en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial, y el juez Arturo Trapote, que sustituyó a Lis como instructor del caso por el que se le investiga, que nació del caso Unión, el mayor caso de corrupción de Lanzarote.

Lis instruía una causa iniciada por una denuncia de Luis Lleó, uno de los principales imputados de Unión, contra dos agentes de la UCO de la Guardia Civil y el exsecretario judicial que instruyó el caso, José Ramón Vera, que fue quien se querelló contra él por considerar que llevó a cabo varias irregularidades en ese procedimiento.

El pasado mes de octubre, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) decidió suspender de empleo y sueldo durante seis meses al juez Lis por una falta muy grave de desatención de sus funciones por los mismos hechos por los que ahora está imputado, ya que no se apartó de la causa del robo o sustracción de autos del caso Unión a pesar de que había sido recusado.

Hay que recordar que el primer instructor de Unión, el juez César Romero Pamparacuatro, denunció que habían desaparecido autos originales del sumario de ese caso. Ese procedimiento le tocó al juzgado de Lis, que permitió que se personaran como perjudicados varios imputados de Unión, entre los que se encontraba el empresario Juan Francisco Rosa, que había contratado para otro caso distinto unos meses antes a la esposa de Lis, la abogada Margarita Alejo. Por este motivo fue recusado en octubre de 2014 y posteriormente apartado por una decisión de la Audiencia Provincial y con el apoyo de la Fiscalía.

"Un proceder inaudito"

Lis, en lugar de apartarse, admitió una ampliación de la denuncia, a pesar de que la causa se encontraba secreta, y siguió instruyendo esa causa, por la que también fue recusado y apartado. Ni la denuncia inicial ni la orden de reparto posterior pasaron por el Decanato, según certificó el secretario.

La Fiscalía afirma, sobre esa instrucción, que "adolece de un sesgo claro a favor del denunciante (Lleó) y ha sido llevada a cabo a espaldas tanto del Ministerio Fiscal como de los propios denunciados", así como que el proceder del juez era "inaudito" y rozaba "los límites de lo grosero".

El CGPJ consideró que se tenía que haber apartado cuando fue recusado y que "la infracción muy grave de desatención se caracteriza por la manifiesta e inexcusable falta de atención en el cumplimiento de cualquiera de los deberes inherentes al ejercicio de la función jurisdiccional".

También hacía mención en su resolución al "demérito" que había producido Lis con su actuación "en el Poder Judicial y a ojos de las partes procesales, quienes después de afirmar la parcialidad del magistrado constataron que hizo depender de su decisión el tiempo de resolución del incidente y el desglose de una pieza separada del asunto del que fue recusado" e incluso que obligó a que lo recusaran por segunda vez.

Lis continúa en su puesto como titular del Juzgado número 3 porque ha recurrido la sanción y es probable que no la cumpla ya que podrá jubilarse durante la primera mitad del año 2017.

El CGPJ también abrió otro expediente más a Lis por un caso relacionado, igualmente, con Lleó, por alzamiento de bienes. Se le abrió por una falta de "desatención" o "retraso injustificado". Los afectados, que habían solicitado el impulso procesal en numerosas ocasiones, se quejaban de que mantuvo paralizadas unas diligencias previas durante más de dos años en un caso que se instruía desde 2010 y que sufrió un frenazo, sin que se hiciera ni una sola diligencia, desde el mes de junio de 2013, cuando Lis se incorporó al Juzgado, tras su paso por la abogacía.

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