Patrizia Fontana, primera bailarina del ballet del teatro La Scala de Milán durante varias décadas, ha elegido un nuevo escenario para marcar los pasos de su nueva vida. El pasado mes de marzo cogió las maletas y se plantó en Lanzarote con su marido y su hija. Atrás dejó su casa a las afueras de Roma y sus clases magistrales para buscar nuevos horizontes y oportunidades laborales en una tierra "más tranquila y sin tanto estrés", asegura desde el salón de su casa de Mácher, en el municipio de Tías.

Nació en Caracas en 1957 y recuerda que ya bailaba en la barriga de su madre. "A los dos años ya me ponía de puntillas", señala Fontana. En la actualidad tiene 59 y no hay un solo día en el que no baile.

Tras residir en Venezuela y París por motivos laborales de su padre, Silvio Fontana, ingeniero de una industria lechera, la familia se mudó a Milán cuando ella tenía once años. Con esa edad acudió con su madre a una audición de La Scala para entrar en la escuela de baile.

Sin embargo, cuando ambas llegaron al teatro, "la audición ya había terminado", comentó apenada Fontana al rememorar aquella experiencia. "Nos dijeron que volviéramos al día siguiente. En la prueba tuve que bailar clásico, contemporáneo, además de otros estilos, y también interpretar. Al final logré entrar en la escuela. Las clases eran muy duras y no te permitían ni un solo fallo. Parecía disciplina militar", señaló. Allí se formó hasta los 18 años y comenzó a recorrer el país como primera bailarina con los espectáculos de La Scala entre 1977 y 2004. El baile lo compaginaba con las clases y en 2002 una de sus alumnas, Lorena Milanas, consiguió el primer premio en un concurso nacional en la modalidad de contemporáneo.

Una de las apariciones estelares de Fontana, como primera bailarina y actriz, fue en los años setenta en la obra Sueño de una noche de verano, de William Shakespeare, dirigida por Gabriele Salvatores, ganador de un Óscar en 1991 en el apartado de Mejor Película de Habla no Inglesa por la comedia Mediterráneo. En 1983 Patrizia formó parte del reparto de la comedia Un povero ricco (Un pobre rico), dirigida por Pasquale Festa Campanile.

En opinión de Fontana, "en un espectáculo está todo el arte junto y, por eso, también es importante conocer otras disciplinas como la dirección artística, la pintura, la coreografía, el canto lírico o, incluso, escribir". Fontana también estudió en la Academia de Bellas Artes de Brera, en Milán. También es directora, coreógrafa, pintora y escritora. Es autora de la comedia Oltre la parole (Después de la palabra), que quiere representar en la Isla.