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La mujer que apuñaló a sus hijos justifica su locura por el maltrato de su marido

La médico Diana Carolina Peña asegura que está tranquila en la cárcel menos cuando la visita su esposo

La mujer que apuñaló a sus hijos justifica su locura por el maltrato de su marido

La médico acusada de apuñalar a sus dos hijos, menores de edad, en la madrugada del 24 de junio de 2015 en la vivienda familiar de Arrieta (Haría), Diana Carolina Peña Ureña, declaró ayer en el juicio celebrado en Arrecife ante la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Las Palmas que no recuerda los hechos por los que ha sido investigada. Sin embargo, admitió que "la única manera que pudieron haber ocurrido es porque estaba loca, ya que si tuviera mis cinco sentidos no lo haría".

Diana Carolina, en prisión desde el 29 de julio de 2015, relató que llevaba "varios días mal, incluso semanas", antes de agredir a su niño de cinco años y a su niña de tres, edades que tenían en el momento del suceso. "Yo era una bomba de relojería y estaba mal", insistió.

Según el escrito de acusación del fiscal, Diana Carolina, sobre la 1.30 horas del 24 de junio de 2015, "con ánimo de atentar contra la vida de sus hijos menores de edad se dirigió al dormitorio de sus hijos portando un cuchillo de cocina de acero de unos 29 centímetros y medio de longitud y les agredió con el arma blanca que portaba, privándoles de toda posibilidad de defensa". Las heridas producidas a los pequeños en varias partes de su cuerpo fueron de carácter superficial. El relato del fiscal recoge además que Diana Carolina "tenía absolutamente anuladas sus capacidades volitivas e intelectivas, al estar bajo la influencia de un delirio que condicionaba sus actos". Por ese motivo, pide la libre absolución de la procesada por cada uno de los dos delitos de asesinato en grado de tentativa por ella cometidos y que sea internada durante 15 años en un centro psiquiátrico. La defensa, por su parte, solicita que quede bajo el control de un familiar con el tratamiento médico que le corresponda.

"Ahora, gracias a la distancia", dijo Diana Carolina, "puede ser causa [lo ocurrido] de que no era responsable de muchas cosas que pasaban en mi vida. He sido víctima de maltratos físicos y psicológicos por parte de mi marido".

La mujer recordó que llevaba tres días sin dormir ni comer hasta el momento en el que ocurrió el suceso y añadió que sufría delirios y se sentía sola, a pesar de que su madre vivía en el apartamento del piso de arriba. "Era tal la relación", detalló, "que aunque estaba enferma no podía hablar de mis angustias con mi madre ni de mis delirios. La trataba mal, se iba y me dejaba sola". Señaló que "al único que le compartía los delirios y mis monólogos de cuatro horas era mi esposo. Ese día [en referencia al 23 de junio] fue el peor de los que venían atrás. Estaba agobiada y loca y empecé a tirar objetos al suelo". Su marido la llevó al hospital Doctor José Molina Orosa esa tarde y media hora después de recibir el alta Diana Carolina agredió a los niños.

"Ahora estoy bien"

Diana Carolina se describió como "una zombi" y reconoció que "estaba tan sugestionada de mi delirio, que decía que los místicos me iban a escuchar y ese día iba a pasar algo malo. Incluso, le dije a mi marido esa tarde que no entrara en la consulta del podólogo porque los místicos querían su sangre".

A la cuestión del fiscal de si fue posible que dentro de ese delirio acuchillara a sus hijos, ella contestó que "es posible porque estaba loca". Su letrado, Sergio Rodríguez, le preguntó cómo se sentía, a lo que respondió: "Con dolor, mal, con vergüenza de ver una realidad que antes no veía", pero subrayó que "a nivel mental" se siente "bien porque puedo ver realmente lo que vivía antes". Reveló que puede "respirar con tranquilidad a pesar de que me han pegado en la cárcel. Estoy más tranquila que una hora con él [en referencia su marido] de visita en la cárcel, cosa que no podía hacer en mi casa. Mi autoestima ha mejorado y mi relación con mi madre es tan buena como antes de casarme. Ella es el único apoyo que no he perdido", aseguró.

Tras su declaración y la de su madre, Luz Marina Ureña, el presidente de la sala decidió suspender el juicio, "con el visto bueno del fiscal y la defensa", porque "a la vista del desarrollo del mismo se iba a dilatar su celebración más de lo previsible". Apenas había transcurrido una hora desde que comenzó. Se espera reanudarlo y terminarlo dentro de unos días.

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