La Fiscalía de Las Palmas solicitó ayer 12 años de cárcel para un hombre al que acusa de violar a su exmujer en Arrecife, tras dejar a los niños en el colegio y acceder a la vivienda familiar con el pretexto de hablar sobre el divorcio.
Jorge Manuel B. C. negó en el juicio, a preguntas de su abogado, que forzara a su exesposa. Antes declinó el interrogatorio de la fiscal al acogerse a su derecho a no declarar. La víctima, que retiró la acusación unos días antes de la vista oral, trató de evitar testificar contra su exmarido, pero la presidenta de la Sección Segunda de la Audiencia de Las Palmas, Pilar Parejo, le recordó que se había personado en el procedimiento y, por tanto, tenía la obligación de declarar pese a haberse apartado de la causa en el último momento, según la jurisprudencia dictada por el Tribunal Supremo (TS) en estos casos. "Me niego a declarar nada contra él porque ha estado un año en la cárcel y en el psiquiátrico, creo que ya ha cumplido su pena", señaló la perjudicada, en alusión al tiempo que el padre de sus hijos ha pasado en prisión provisional a la espera del juicio.
Luego reconsideró su postura y explicó lo que "recordaba" de esa mañana. Los hechos ocurrieron el 11 de abril de 2012. La mujer asegura que Jorge Manuel se acercó al coche de manera inesperada, cuando ella se disponía a dejar a los niños en el colegio. Le dijo que quería hablar de la separación y después, sobre las 08.20 horas, acudió a la vivienda. "Llegué a la casa con el pensamiento de arreglar las cosas, pero cerró con llave, se acercó de malas manera y me metió en el dormitorio. Quería darme una lección, un escarmiento", declaró la denunciante.
"Sólo pensaba en mis hijos y en poder salir de allí. Por eso no me revelé mucho", añadió la víctima. Pese a esa falsa actitud conciliadora, el procesado siguió con su propósito. "Me arrancó la ropa, me golpeó en los muslos, me arañó y me dijo que iba a ser su esclava", continuó la mujer. Jorge Manuel B. C. intentó quitarle importancia a la situación, con el argumento de ir a comer con los niños. La víctima, para engañarlo, se puso de su parte, pero nada más salir de la casa lo denunció.
La psicóloga forense que se entrevistó con el acusado lo describió como "impulsivo", "machista" y "resentido". De la denunciante considera que su relato es veraz porque "no exagera ni parece inventarse nada". La experta tampoco ha detectado "deseos de venganza". La mujer afirma que ha sido un "buen padre con sus hijos", pero "celoso y machista con ella". La defensa, con todo, pide la absolución y, en el caso contrario, una pena menor por las dilaciones del proceso.
