Este galardón tiene como objetivo ayudar a difundir la cultura de la "gestión del paisaje" y "cuidar de los lugares". Ofrece una oportunidad y una herramienta para comunicar, más allá de los límites restringidos de la comunidad de especialistas, el trabajo intelectual y manual requerido para dirigir las modificaciones del lugar y para salvaguardar y promover la auténtica herencia de la naturaleza y de la memoria.

El jurado del premio Carlo Scarpa destaca las singularidades generales de una isla modificada geológicamente tras las grandes erupciones del siglo XVIII y transformada por la mano y el pensamiento de César Manrique, que "fue capaz de reconocer el valor de sus espacios e implementar herramientas y prácticas para el desarrollo de una conciencia social y una política ambiental propias.

El Jardín de Cactus fue también distinguido públicamente la pasada semana en Canadá, concretamente en el transcurso de la V Conferencia bienal sobre Jardines Turísticos de Norteamérica que, organizada por el Consejo canadiense de jardines con la colaboración de la Asociación de jardines públicos de América, se celebró en la ciudad canadiense de Toronto bajo el título genérico "Experiencias en el jardín + óptimos colaboradores = Éxito turístico".

Allí, los Centros ofrecieron la ponencia "Why has a cactus garden become a tourism attraction of the first order" (Por qué un jardín de cactus se convierte en una atracción turística de primer orden) y recibieron de manos de la organización el premio 'International Garden Tourism Leader'.

El Jardín está levantado sobre un espacio degradado que Manrique transformó en un sistema concéntrico de terrazas y ambientes para dar cobijo a una espectacular colección de plantas suculentas (cactáceas) que se convierten en el punto de encuentro de la isla con otras áreas geográficas del planeta.