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El mercado inmobiliario El nuevo panorama en la Isla

El coste de los pisos de alquiler se dispara por el 'boom' de la vivienda vacacional

El precio del arrendamiento mensual para larga temporada en Arrecife, Playa Honda y las zonas turísticas se duplica por la escasa oferta de casas para residentes

Alfredo González, ayer, en uno de los apartamentos de alquiler vacacional del edificio New Arrecife Centro.

Cristina Gutiérrez busca un piso de alquiler de un dormitorio desde hace un año para independizarse. Ahora vive con sus padres. Es administrativa y tiene 33 años. Sus preferencias son Arrecife y Playa Honda (San Bartolomé), las zonas residenciales no turísticas más pobladas de Lanzarote, y hasta ahora no ha encontrado ninguna vivienda a precio razonable para su bolsillo, 400 euros mensuales como renta máxima.

"Lo poco que veo para alquilar para larga temporada se dispara hasta los 500 o 600 euros al mes, sin los gastos incluidos, cuando antes la misma vivienda podría costar entre 350 o 400 euros. Lo más que se oferta son viviendas de alquiler vacacional que te cuestan al mes un mínimo de 1.000 euros", asegura Cristina, que pese a que no ha tenido éxito en sus intentos, no piensa tirar la toalla en su búsqueda.

La situación de Cristina, que comparten muchos lanzaroteños y fóraneos que se trasladan a la Isla a trabajar, resume la realidad que se vive en Lanzarote y también en las otras islas y la Península, como consecuencia del incremento de turistas y el 'boom' del mercado de viviendas vacacionales que operan de forma legal e ilegal. Lanzarote es la segunda isla del Archipiélago, solo por detrás de Tenerife, donde esa modalidad de alojamiento tiene más peso. El estudio presentado el pasado verano por la Consejería de Turismo del Gobierno de Canarias reveló la existencia de 6.148 inmuebles en Lanzarote con 28.065 camas, el 23% de las contabilizadas en las Islas y el 40% en el caso de Tenerife.

Demandas

Hace más de un año que la cartera de propiedades residenciales de alquiler para largas temporadas en las inmobiliarias es escasa y en muchas de ellas inexistentes. Así lo constata Michael Bernard Rouimi, responsable de la inmobiliaria Caza tu Casa y delegado en Lanzarote de la Asociación Canaria de Empresas de Gestión Inmobiliaria (Acegi), que cuenta con catorce asociados en Lanzarote.

Rouimi recibe cada día un mínimo de cinco clientes en busca de una casa de alquiler para vivir. "Tenemos que disculparnos ante ellos porque no hay nada y cuando aparece algún alquiler de larga temporada, que puede aparecer uno cada dos o tres meses, el propietario es muy exigente, algo normal porque hay mucha demanda y poco producto". El agente inmobiliario detalló que "los precios han subido un 40% o 50% y en Arrecife te puedes encontrar un apartamento de dos dormitorios por 800 euros, un precio abusivo". Añadió que cuando tiene disponible alguna vivienda "a precio razonable" recibe una media de entre veinte y cincuenta llamadas en un mismo día.

Arrecife, Playa Honda, Costa Teguise (Teguise), Puerto del Carmen (Tías) y Playa Blanca (Yaiza) son las localidades que en mayor medida sufren el efecto colateral del nuevo régimen de alojamiento, aunque Rouimi advierte de que ese problema también se da en las áreas rurales. "En Playa Honda, una residencia con dos habitaciones que se alquilaba a 450 euros, el propietario la sube a 700 u 800 euros para larga temporada y la alquila pronto por la demanda tan grande que hay", informa el representante de Caza tu Casa. Ante ese panorama, continuó afirmando, "hay gente que opta por comprarse una casa, que le sale más ventajoso porque la letra mensual de la hipoteca le sale como un alquiler".

Por otro lado, Rouimi considera que "no tiene mucha lógica" que el decreto regional de viviendas vacacionales prohíba esa modalidad en las zonas turísticas. La Consejería de Turismo del Gobierno de Canarias trabaja en una modificación de esa normativa ante las protestas de propietarios de alojamientos en zonas turísticas que no pueden hacer la explotación de forma legal. "Una persona que compró un apartamento en un complejo en Puerto del Carmen para alquilar a los turistas antes de la entrada en vigor del decreto de Turismo, a mediados de 2015, luego se encontró con que no puede hacerlo", lamenta el agente inmobiliario. Defiende que este tipo de turismo interesa para la economía insular por el gasto que realiza en distintos servicios, como restaurantes o supermercados, frente al que opta por el 'todo incluido'.

David García es comercial en la inmobiliaria Lanzarote.org. Reconoce que "hace tiempo que no nos entra una oferta para alquilar de larga temporada". Puntualiza que el alza de los precios no solo se ha producido en la zona centro de Arrecife, sino también en otras más alejadas, como es el caso de Argana Alta, "donde antes del auge de la vivienda turística podías conseguir un piso de dos dormitorios por entre 300 y 350 euros al mes y ahora no baja de los 500 o 600".

El economista y asesor fiscal Manuel Viera, delegado en Lanzarote de la Asociación Española de Asesores Fiscales (Aedaf), atiende peticiones de asesoramiento para explotar viviendas de alquiler vacacional tanto por residentes como por no residentes. Entre otros asuntos, los asesores tratan de buscar respuestas a los casos de inmuebles que "no se pueden arrendar como alquiler vacacional, pero que en realidad sí se alquilan. Por un lado, incumplen la normativa turística, pero si no declaran esos ingresos incumplen con la normativa tributaria. Hay muchos daños colaterales", opina Viera.

La consejera de Turismo, Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias, Mariate Lorenzo, intervino el pasado jueves en las jornadas que organizó la Aedaf en Lanzarote y admitió que "ya casi no hay alojamiento libre de larga temporada, lo que genera un problemón impresionante, porque es más rentable destinarlo a la vivienda vacacional".

Por su parte, el consejero de Turismo del Cabildo de Lanzarote, Echedey Eugenio, cree que la "errónea" interpretación de la modalidad de alquiler vacacional "puede conllevar para la Isla, sus residentes y visitantes problemas considerables si no se regula de manera acertada". Explica que el alquiler vacacional se concibe, principalmente, en zonas en las que el turismo es estacional, como una respuesta y complemento económico para residentes que alquilan su vivienda habitual durante los meses de su periodo de descanso en el que disfrutan de una segunda casa o de vacaciones en el exterior. Añade que "este concepto ha degenerado en la idea de que esta categoría se convierta en el 'cajón desastre' del alojamiento turístico".

Además del encarecimiento de las casas para residentes, Eugenio denuncia el escaso o nulo control sobre la tipología de vivienda vacacional turística y los estándares de calidad de las construcciones, como "alquileres de garajes particionados o pequeños pisos en plantas altas de viviendas unifamiliares construidos fuera de ningún tipo de ordenación o normativa". A lo anterior, según Eugenio, se suma el hecho de que servicios e infraestructuras para residentes y turistas se pueden ver desbordados ante el crecimiento de las camas por encima del techo establecido.

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