La procesión del Señor en la burrita reunió esta mañana a decenas de fieles en el recorrido por el centro histórico de Arrecife, que duró poco más de un cuarto de hora. El sonido procedente de la campanas de la torre de la iglesia de San Ginés acompañó desde las 11.30 horas todo el itinerario, este año más corto que en ocasiones anteriores porque el paseo más largo será el de la Magna procesión del Santo Entierro, que tendrá lugar el Viernes Santo, a las nueve de la noche, indicaron fuentes municipales.

De ese modo, los feligreses siguieron al Señor en la burrita desde que salió del templo por la calle Inspector Luis Martín, continuó por la Calle Real y Avenida Coll y regresó a San Ginés por Manuel Miranda en medio de los cánticos de Hosanna encabezados por el párroco, Miguel Hernández, y los monaguillos. Tras entrar en la iglesia comenzó la segunda misa de la jornada, coincidiendo con el mediodía. Esta tarde, a las 19.30 horas, habrá eucaristía, la tercera y última del día.

Entre las ramas de olivo que agitaban los devotos detrás del trono, destacaban los palmitos convertidos en verdaderas obras de arte. Es el caso de los que sujetaban entre sus manos Carmen Rosa Bonilla y Guillermo Socas, vecinos de Arrecife aunque oriundos de Haría. Efigenia Torres, tía de Carmen Rosa, elaboró los palmitos, siguiendo la tradición de Haría por estas fechas, que permanece latente a través del taller de artesanía que organiza el ayuntamiento para que esa costumbre tan norteña no se pierda.

"Ahora que los tenemos bendecidos los pondremos en casa hasta el año que viene y renovaremos los de la pasada Semana Santa, que ya están secos. Es una manera de renovar también nuestra fe", manifestó Carmen Rosa.