La pastelería Lamontagne de Arrecife sorprende a sus clientes con un gran huevo de Pascua colocado en el mostrador del establecimiento. El maestro chocolatero y pastelero Ludovic Lamontagne ha elaborado esta pieza de repostería, en la que ha empleado ocho kilos de chocolate blanco y cuatro horas y media de trabajo artesanal.

El huevo, que ha adornado con estrellas y círculos de chocolate con leche, tiene una altura de 60 centímetros y 45 centímetros de diámetro en su parte más ancha. Su precio de venta al público es de 150 euros, un coste que Lamontagne considera que es "muy barato para todo el trabajo que lleva elaborarlo".

Este producto es típico de Semana Santa en muchos países europeos, una tradición que conservan muchos ciudadanos que se han trasladado a vivir a Lanzarote, como italianos, británicos y franceses, entre otros, que acuden al local a comprar este postre, aunque en unidades de menores dimensiones. Además de los huevos, los consumidores adquieren las monas de Semana Santa, muy populares en regiones como Cataluña. Ranas, elefantes, conejos y patos de chocolate son algunas de las formas de las deliciosas obras de arte comestibles del maestro Lamontagne, que tienen también buena aceptación entre los canarios. Esta Semana Santa ha hecho ya más de 200 unidades de huevos y monas.