La Virgen del Rocío ya tiene procesión y misa rocieras en Lanzarote. Los devotos estrenaron ayer por la avenida marítima de Playa Honda (San Bartolomé) el particular camino en honor a la popular Virgen andaluza encabezado por la Asociación Al-Andalus entre Alisios y Levante dentro de los actos de la Feria del Sur, que organizó ese colectivo junto a Chavaud Producciones en colaboración con el Ayuntamiento de San Bartolomé y que finalizó anoche.

No hubo camino de tierra, carretas, caballos ni trono con la Virgen, como en la romería de Huelva, pero sí el estandarte con la imagen del Rocío que confeccionaron miembros de Al-Andalus, aseguró la vicepresidenta de la asociación, Anabel Díaz. El párroco de la parroquias de Santa Elena de Playa Honda y San Ginés, Miguel Hernández, bendijo el estandarte. Este símbolo estuvo presente en la misa rociera celebrada este domingo en la carpa de la feria, la primera eucaristía bajo esta advocación mariana oficiada en la Isla.

Apenas medio centenar de personas recorrió el tramo entre la terraza Marilyn y la explanada de Guacimeta, una marcha que se inició con casi una hora de retraso sobre el horario previsto (11.50 horas) y despertó la curiosidad de los clientes de las terrazas de los negocios de restauración de la avenida, así como de los ciclistas y los peatones que transitaban por la zona, quienes no dudaron en inmortalizar el momento con las cámaras de fotos de sus teléfonos móviles.

Mima González y Conchi Cornejo no dudaron en acompañar al Rocío por la avenida. "Me gusta mucho el grupo Al-Andalus y el ambiente que crean con su música y no dudé en venir", señaló la grancanaria afincada en Lanzarote Mima. Conchi, como buena sevillana, lleva consigo la pasión por el Rocío, tal y como reconoció.

Un sueño por cumplir

Los feligreses, más de un centenar, aguardaban sentados por el comienzo de la eucaristía, a la que asistió la alcaldesa de San Bartolomé, Loli Corujo.

Eduardo Regadera, de 17 años, portó el estandarte de la Virgen del Rocío durante todo el itinerario por la avenida hasta el escenario de la carpa de Guacimeta. "Soy muy devoto del Rocío y aunque todavía no he tenido oportunidad de hacer el camino, ése es uno de los sueños que tengo por cumplir. Una vez que lo haga me puedo sentir feliz", afirmó emocionado el joven, lanzaroteño de padres andaluces. Su entrada con el Rocío en la sala de culto improvisada en Guacimeta fue uno de los momentos más emotivos junto a los cantos en la misa del coro Al-Andalus.

"Hay que sacar a la iglesia de la sacristía y llevarla al espacio público, como dice el Papa Francisco, y nosotros lo hemos hecho hoy aquí en este marco incomparable con el murmullo del mar, el viento, el bullicio de los niños y este altar improvisado y decorado con flores", aseguró el cura.

La interpretación de la Salve Rociera al final del acto religioso recibió la ovación del público, que pidió más canciones a Al-Andalus.