Los Centros de Arte, Cultura y Turismo del Cabildo de Lanzarote abrirán antes del verano en Los Jameos del Agua una sala dedicada a la vida y obra del maestro artístico del Cabildo Jesús Soto (fallecido en el 2003), compuesta de dos espacios: uno centrado en la Cueva de los Verdes, (del que fue el creador de la ruta turística), y otro dedicado al cosmos, las estrellas y la vulcanología, que constituían las grandes pasiones de de una de las figuras que contribuyó al desarrollo económico de la isla por sus aportaciones artísticas en los centros turísticos.

El presidente del Cabildo de Lanzarote, Pedro San Ginés, aseguró este jueves en la ofrenda floral a Soto en el cementerio de Arrecife, coincidiendo con el décimocuarto aniversario de su muerte, que esta sala se ha realizado "de la mano de la familia que ha aportado mucho material y que está involucrada directamente en este proyecto".

San Ginés, y el consejero de Turismo de la primera Corporación insular, Echedey Eugenio, se dieron cita hoy en el cementerio de San Román, en Arrecife, para participar en el 'Encuentro con Jesús Soto' que, organizado por los trabajadores de los Centros de Arte, Cultura y Turismo (CACT), coincidiendo con el décimocuarto aniversario de su muerte. El acto contó con la presencia de familiares y amigos del artista.

Emma Soto, la hija mayor del maestro artístico de los CACT fue, en esta ocasión, la encargada de leer un texto redactado por Alicia García y Ramón Ortiz, doctores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, que conocieron al artista en 1981, mientras hacían su tesis en Timanfaya, "en una isla más íntima y tranquila". En sus charlas con Soto, García y Ortiz descubrieron "la mirada de un apasionado que admiraba el volcán, se introducía en él y lo abría al exterior tal y como era, protegiendo todas y cada una de sus manifestaciones. Todo ello desde la técnica y el arte, porque en Jesús convivían diversos aspectos tan cerebrales como técnicos y artísticos. Era capaz" -señalan ambos científicos- "de realizar el diseño más complejo con una sensibilidad extrema".

García y Ortiz colaboraron en la puesta en marcha de la Casa de los Volcanes, "una de las ideas más brillantes que como científicos hemos conocido, que funde arte y ciencia como ningún otro museo o exposición, que sólo muestran aspectos técnicos".

El texto descubre a un hombre que "nunca fue arrogante. Le preocupaban las personas y superó muchas adversidades con una sonrisa tranquila que dejaba adivinar su fuerte personalidad"; y en él se concluye: "Jesús deja recuerdo permanente entre todos los que le conocimos, quisimos y admiramos. Tu obra eres tu mismo, Jesús. Nunca serás olvidado y mucho menos sustituido".

En la misma línea se expresaba el presidente del Cabildo de Lanzarote, Pedro San Ginés, quien quiso destacar que "son los propios trabajadores de los Centros quienes homenajean a este Hijo Adoptivo de Lanzarote, que fue tan importante para la red de Centros de Arte, Cultura y Turismo, siendo el principal protagonista del primero de ellos, la Cueva de los Verdes, y un estrechísimo colaborador en todos los demás".

Jesús Soto nació en Fuerteventura en 1928. Siendo muy joven, se trasladó a Lanzarote, isla en la que trabajó para el Cabildo después de haber creado su propia empresa de iluminación. La primera Corporaicón insular lo reconoció como Hijo Adoptivo en 2002. Un año después, falleció dejando como patrimonio de Lanzarote una serie de obras y creaciones como el Mirador del Río o el Monumento al Campesino, en colaboración con César Manrique. Pero, su verdadera obra artística, la que le confirió el sello definitivo de artista, es la adaptación que hizo de la Cueva de Los Verdes en 1964. Soto acondicionó el interior, iluminó estratégicamente los dos kilómetros de longitud del tubo volcánico y creó un auditorio que, a decir de muchos entendidos, es uno los lugares con mejor audición del planeta.