El pequeño lago del Jardín de Cactus, en el que habita un pequeño banco de carpas Koi, conocidas también como peces del amor y que se cree que traen buena suerte, está siendo acondicionado por técnicos y operarios de los Centros de Arte, Cultura y Turismo del Cabildo de Lanzarote. Los trabajos de limpieza y el acondicionamiento del estanque persiguen el adecentamiento global de la laguna, hogar de un banco de carpas koi y de otro de guppys, y de su entorno, expuesto de forma permanente a la acción de los agentes meteorológicos y de la colonia de pequeñas aves y de los miles de insectos que tienen allí su hábitat.
Los koi son variedades ornamentales domésticas de la carpa común. Se cree que son originarias de Asia oriental, desde el mar de Aral hasta el mar Caspio.
El Jardín de Cactus, inaugurado en 1990, fue la última gran intervención de César Manrique en Lanzarote al convertir una antigua rofera en un recinto para flores cactáceas de todo el planeta.
Los trabajos comenzaron con el vaciado del estanque para limpiar los restos orgánicos e inorgánicos depositados en su fondo. Desde la dirección de los Centros se apunta que los peces y los nenúfares se trasladaron a una charca adyacente durante las obras.
De forma paralela, se han rehabilitado las paredes de piedra del conocido como Laguito del Jardín. Después de instalar nuevo sistema de filtrado con el objetivo de garantizar una mayor durabilidad del agua limpia, se procedió también a pintar el vaso con pinturas especialmente indicadas, para volver a llenarlo, tarea que se se estaba realizando durante el día de ayer.
El consejero de Turismo del Cabildo, Echedey Eugenio, recuerda que esta acción "forma parte de un ambicioso plan que responde al compromiso de los Centros con el cuidado y el mantenimiento de la obra de César Manrique en óptimas condiciones", y destaca "el esfuerzo, el cariño y la minuciosidad" con la que se ejecutan los trabajos.
