Aún continúa la búsqueda por parte de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado del joven que huyó en la madrugada del pasado domingo del refugio pesquero de La Santa (Tinajo), cuando eran detenidos "in fraganti" por la Guardia Civil otros dos individuos que intentaban desembarcar 470 kg. de cocaína, una carga que transportaban en una embarcación con motor fueraborda.

La Guardia Civil de Lanzarote sigue rastreando la Isla para detener a esta persona, que ya fue identificada en los momentos posteriores de la interceptación de este alijo de 402 paquetes de cocaína, que habían introducido en bolsas y maletas de viaje.

Los trabajos se realizan a lo largo y ancho de distintas localidades lanzaroteñas, "y no sólo en las situadas en la vertiente oeste de la Isla", comentan desde la Benemérita.

Los encargados de investigar este delito de tráfico de drogas no descartan que puedan existir otros implicados en la trama, además de los dos detenidos en la noche del domingo, un extranjero (O,R.O) y un ciudadano español (R.H.N).

La lancha permanece en Tinajo

La embarcación a motor con la que los arrestados arribaban al pequeño muelle pesquero de La Santa con el cargamento de droga, fue requisada por la Guardia Civil, que la custodió hasta el amanecer del domingo, momento en el que ya eran los operarios municipales los encargados de trasladarla hasta la parte trasera de la sede consistorial del Ayuntamiento de Tinajo.

Se trata de una lancha de fibra, Electra II; de una eslora de unos seis metros, provista de un potente motor. Cuenta con un pequeño habitáculo en la proa, que estaba cerrado con dos candados, y donde transportaban la cocaína hasta la costa de Lanzarote.

Fuentes de la Guardia Civil señalan la peligrosidad de transportar casi media tonelada de peso extra en una embarcación de estas características, donde la única opción de viabilidad para maniobrar es colocar los paquetes en la proa de la embarcación; y aún así, "el trayecto marítimo que realizaban los detenidos hasta un pequeño refugio como es el de La Santa se tornaba también en una operación peligrosa, para lo que era preciso conocer bien el terreno", apostillan desde la Guardia Civil.