La linterna del campanario de la iglesia de San Ginés ha regresado esta mañana al templo después de que bomberos del Consorcio de Seguridad y Emergencias la retiraran en marzo de 2015 debido al peligro de desprendimiento de toda la pieza por el desgaste de la estructura que la sujetaba al resto de la torre. El crucerito, que es también cómo se denomina el elemento que se ha recuperado, tiene un peso que ronda los 700 kilos.

El pasado mes de mayo, tras haber obtenido la autorización de Patrimonio Histórico del Cabildo de Lanzarote para su restauración al formar parte de un edificio catalogado como Bien de Interés Cultural, la linterna fue transportada al taller de carpintería de Manuel Perdomo, en el pueblo de Haría, donde su hijo Alberto se ha encargado de su restauración con la ayuda de su padre, trabajos que han durado unos dos meses.

Fran Betancort ha reproducido en acero inoxidable, en su taller de herrería de Haría, la veleta con los cuatro puntos cardinales que corona la linterna, la cual se había perdido con el paso del tiempo y a la que ahora se le ha añadido un gallo.

El restaurador Alberto Perdomo explicó que el mayor trabajo que le llevó la intervención fue "recomponer las patas, ya que cuando se retiró la linterna del campanario las mismas fueron seccionadas, lo que llevó un proceso de carpintería". El material original, entre el que se encuentra la madera de tea y la piedra volcánica, se ha conservado. "Solo tiene unos espigos interiores en madera de morera para darle más resistencia y las pequeñas incrustaciones en tea", detalló Perdomo.

El proceso

Perdomo añadió que "la pieza original tenía un repujado de plomo a modo de forro porque la idea era que pareciese una pieza de mampostería y no de madera. Todo el campanario y la bóveda son de mampostería, toda vez que en 1800 no había hierro ni hormigón para hacer las columnas en cemento". Dijo además que "los pequeños restos de plomo han sido sustituidos por fibra de vidrio con una protección de tres capas de pintura en esmalte blanco para darle durabilidad a la pieza".

Por otro lado, se ha limpiado la piedra para retirarle el hollín y los excrementos de aves. Como novedad, indicó Perdomo, "el eje de la veleta atraviesa todas las piedras y tiene una tuerca en su extremo inferior, por lo que el propio eje ancla las piedras a la estructura de madera".

La torre, situada en el lateral derecho de la iglesia, data de 1843 y tiene una altura de 25 metros, tres cuerpos de planta rectangular separadas por bordillos y otro cuerpo de planta octogonal cubierto de capirote y crucecilla, que estuvo hasta hace unos años rematada por la veleta.

El arquitecto lanzaroteño Martín Martín redactó el proyecto de restauración. "Estoy impresionado con el trabajo que se ha hecho y, sobre todo, me ha gustado mucho cómo han recuperado la veleta, su funcionamiento mecánico y la estabilidad de toda la estructura, que es muy importante a esa altura".

Una vez acoplada la linterna al campanario las piezas de piedra de la base se unirán con mortero. La actuación se deberá realizar en un día sin viento.

El párroco de San Ginés, Miguel Hernández, quien no pudo ocultar su alegría al recibir la obra rehabilitada en la iglesia, bendecirá la linterna en la eucaristía que celebrará a las 19.30 horas de este viernes. La idea es que ya esté colocada coronando la torre del campanario el próximo 25 de agosto, festividad de San Ginés. "El remate de la linterna de la torre es un símbolo de identidad de Arrecife", destacó el cura.

Hernández manifestó que "ha valido la pena esperar porque después de dos años se ha hecho un trabajo riguroso" y reconoció la labor del arquitecto y el restaurador, así como del herrero.

Muchas personas que se acercaban esta mañana el templo se alegraban de ver la pieza de nuevo. La rehabilitación, valorada en unos 4.000 euros, se ha realizado gracias a las aportaciones de los feligreses.