Nueve largos años de su vida sufriendo malos tratos y abusos sexuales. Este es el crudo relato que la fiscal describió este viernes 29 de septiembre de 2017 sobre las duras condiciones de vida que tuvo que sufrir la joven de Tinajo Verónica Molina (con una discapacidad intelectual del 68%) desde que cumplió la mayoría de edad en el año 2003 hasta mediados de 2012 en el que se cree que falleció sin que se haya podido determinar las causas de su muerte.

La Fiscalía solicita tres años de cárcel por malos tratos tanto para la madrastra de Verónica, Carmen Delia Tejera como para el hijo de esta, Zeus Montolio Tejera, así como cinco meses de cárcel por profanación del cadáver, pena esta última a la que también se enfrenta su hija, Keila Montolio.

Aunque durante la vista oral que concluyó este viernes en el juzgado de lo Penal número 1 de Arrecife, ninguno de los tres acusados quiso responder a las preguntas de la fiscalía, la acusación particular y sus propias defensas, lo cierto es que a lo largo de las tres sesiones del juicio se pudieron conocer algunas de las confesiones que en su momento realizaron ante la policía nacional tras ser detenidos en febrero de 2013 cuando en el primer registro policial se encontraron unos huesos humanos quemados dentro de una mochila.

La fiscal asegura que Verónica sufrió abusos sexuales habituales por parte de su padre, José Luis Molina, de los que tenían conocimiento tanto su madrastra como Zeus, que vivía en el mismo domicilio, tal como declararon en sede policial. Unos abusos que provocaron que Verónica se quedara embarazada. "Mami, vas a ser abuela", fue la confesión de la chica a su madrastra según desveló la fiscal en base a las declaraciones de Carmen Delia a la policía.

Lo cierto es que la responsabilidad penal de su padre por la muerte de Verónica y los posibles delitos de malos tratos y abusos sexuales no se han podido determinar tras haber fallecido en el hospital por un cáncer en estado muy avanzado a los pocos días de haber sido detenido. Los tres acusados han responsabilizado al padre de Verónica de su muerte.

La fiscal se refirió también a las declaraciones de los vecinos que acudieron como testigos en las que aseguraron que veían a la joven sucia, mal vestida, mal alimentada y trabajando en las fincas de la familia "como una esclava". El ministerio público hizo hincapié en que a Verónica no se le prestó atención sanitaria en todos esos años ni la educación y cuidados necesarios que exigía la minusvalía intelectual que padecía.

De igual forma, la fiscal puso de relieve que Carmen Delia había sido condenada por un delito de abandono de familia y un delito de lesiones en el ámbito familiar, a una pena de nueve meses de prisión (precisamente a Verónica cuando tenía 16 años y a su hermano José Luis Molina de 14 años que les llevó a ser acogidos en el centro de menores de Tinajo).

"Aunque no hay señales de golpes nadie duda de que el trato que recibió fue indigno, inhumano y vejatorio.Verónica tuvo de todo menos amor, paz y protección. No sabemos cómo murió pero si hemos podido saber cómo vivió", resumió la abogada de la acusación particular.