Un estudiante diez. Es la mejor definición para referirse al joven lanzaroteño Néstor Álvarez Valencia. Tiene 17 años y cursa segundo curso de Bachillerato en el Instituto César Manrique, centro de enseñanza pública situado en el barrio de Titerroy, en Arrecife.
Su nota media en cada uno de los cuatro cursos de la ESO fue de diez, lo que lo convirtió el pasado año en uno de los 500 beneficiarios en España (80 en Galicia y 420 repartidos en el resto del país) del programa de becas de la Fundación Amancio Ortega, dueño del emporio textil Inditex, para estudiar primero de Bachillerato en Estados Unidos o en Canadá.
En reconocimiento a su excelencia Néstor cursó el año escolar 2016-2017 el Grado 11, equivalente a primero de Bachillerato en España, en el instituto Gonzaga High School, situado en Terranova, en el este de Canadá, donde convivió con una familia de acogida. El muchacho calificó la experiencia como "única y espectacular" y añadió que le ha cambiado la vida a nivel personal y le ha supuesto "ver las cosas de manera distinta". Su estancia en Canadá la saldó con una nota media de 9,27, otro sobresaliente para su historial escolar, y con el temario de todas las asignaturas en inglés.
Pese a esa puntuación y con la convalidación de su programa académico al sistema educativo español no cerró los libros el pasado verano en Lanzarote. "En el Bachillerato canadiense se dan temas que no se imparten aquí y me quise poner al día antes de comenzar el pasado septiembre segundo curso en el César Manrique, lo que me sirvió para no verme perdido cuando comenzaron las clases y sentirme como un alumno más", señala Néstor. Está matriculado en la rama de Tecnología del Bachillerato de Ciencias.
La ESO también le reportó otro importante galardón. Néstor fue Premio Extraordinario de Educación Secundaria Obligatoria en el ámbito de la Comunidad Autónoma de Canarias correspondiente al curso 2015-2016 (el único en Lanzarote) junto a otro nueve alumnos del Archipiélago.
Tesón y esfuerzo es lo que le ha permitido a Néstor escalar hasta lo más alto en su formación. Asegura sentirse "satisfecho" desde un punto de vista personal con los logros alcanzados. Aunque renococe que es un alumno de altas capacidades, lo que le permite "entender algunas cosas de manera más sencilla y rápida" que el resto de sus compañeros, sin embargo, tiene claro que "si no hincas codos, nunca llegarás ahí".
No le gusta alardear de sus notas, sino más bien todo lo contrario. Se define como una persona "que realiza un trabajo discreto". Sus amigos ven su facilidad para el estudio como "algo normal" lo que, por otro lado, no deja de suponerle cierta presión porque ya están acostumbrados a verlo en la cima. Admite que cuando no consigue lo que desea puede llegar a decepcionarse un poco, pero pasa página y continúa adelante.
A estudiar dedica "entre una y dos horas al día, no más, hasta sentirme seguro consigo mismo", subraya. Sus asignaturas favoritas son Matemáticas y Física, aunque no le desagradan las materias de letras como Historia.
Dionisia Valencia, madre de Néstor y funcionaria de la Administración del Estado, certifica que su hijo ha tenido muy buenas notas desde que era pequeño, desde Primaria, por lo que "nunca fue algo alarmante para su familia ni para los profesores que consolidara esas notas". Dionisia resalta que Néstor es "un niño comprometido no solo con sus estudios sino con su vida en general, pues también se entrega en el deporte. La vida le ha regalado un don que ha sabido utilizar muy bien", resalta.
Aún así Dionisia corrobora que su hijo es "trabajador y que tiene lo que se merece porque es un currante y la vida es reflejo de lo que hace y consigue".
A su vez manifestó que el chico "no es un alumno que no se implique en las clases, sino que se responsabiliza demasiado de sus cosas". A lo anterior añade el hecho de la implicación de los profesores y los padres en la educación de sus hijos. "Si los chicos no ven que hay una conexión directa entre el centro y su familia tenemos más complicado motivarlos", advierte.
A través de un compañero del club de natación al que pertenece, Néstor se enteró de las becas de la Fundación Amancio Ortega. Recordó que ella lo incentivó a solicitar el premio. "No tengas miedo a fracasar le dije. Lo importante es intentarlo", aseveró Dionisia, quien considera que hay que ayudar a difundir ese tipo de iniciativas porque "desde Lanzarote también se pueden conseguir cosas y así se debe hacer creer. Es un compromiso que le debemos a los jóvenes". Admitió que cuando su hijo viajó a Canadá "lo hizo con miedo por el hecho de que España es el último país de Europa en cuanto a nivel de estudios frente a Canadá y Finlandia, que están a la cabeza mundial".
Cuando termine su formación en Lanzarote a Néstor le gustaría opositar para piloto en la Academia General del Aire y también cursar hacer Ingeniería Industrial.
En el deporte ha alcanzado el podio dentro y fuera de España. Es subcampeón de Canarias de natación de estilo braza en la categoría Junior y quedó en primer lugar durante una competición durante su estancia en Terranova, donde también obtuvo el primer puesto por equipos en la prueba de relevos, con la que batió un récord.
En los idiomas inglés y francés ha alcanzado mediante certificación de los correspondientes exámenes oficiales el nivel B2 (intermedio alto), cuarto escalón de los seis niveles que fija el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas (MCER). Es el currículo de un estudiante redondo.
