La viñeta como forma de protesta y reivindicación. La Cámara de Comercio de Lanzarote ha echado mano del poder de comunicación del dibujo para contar qué sucede en Lanzarote, desde el punto de vista de la Isla, reivindicar inversiones o hacerse eco de la indignación de los lanzaroteños por la falta o deficiente respuesta institucional.
Armado con su libreta y rotuladores, el empresario arrecifeño y vicepresidente tercero de la cámara, Miguel Cabrera, sintetiza con acierto en sus creaciones lo que la entidad expresa en las cartas que remite a las instituciones. Así, a 'viñetazo' limpio pone el foco y el altavoz en las quejas y problemas que afectan a los conejeros.
"Las viñetas sirven también para hacer campaña de reivindicacióny denuncia de los temas que representan", explica el dibujante. La ampliación del puerto de Arrecife, la creación de una Autoridad Portuaria independiente de la de Las Palmas, el alargamiento de la pista del aeropuerto para atraer aeronaves de mayor tamaño, el desvió de cruceros por el tiempo del sur en el muelle de Los Mármoles, la semipeatonalización del tramo de avenida marítima de la capital comprendido entre el Real Club Náutico y el Puente de las Bolas, el caos circulatorio en Arrecife por las vías alternativas a esa arteria, el cierre de comercios, la oposición a las plataformas petrolíferas, la vía ciclista de Lanzarote y la petición para que el Instituto Zonzamas se convierta en un centro integrado de formación profesional son algunos de los temas de las viñetas que el órgano cameral lanzaroteño ha enviado al Ministerio de Fomento, la Autoridad Portuaria de Las Palmas, el Gobierno de Canarias, el Cabildo de Lanzarote o el Ayuntamiento de Arrecife.
Los papeles, "al montón"
La idea surgió hace ya varios años. La cámara, cansada de que no le hicieron caso a sus escritos oficiales, a pesar de insistir, recurrió a la viñeta "como marcador psicosomático", dijo Cabrera. "Si mandas un escrito, o no lo leen o lo meten debajo del montón, por lo que mandamos la viñeta acompañada del escrito", señala. El empresario añade que "es una manera de que viendo la viñeta, por su contenido visual, no se olviden del escrito porque una cosa está asociada a la otra y los técnicos, que son los primeros antes que los políticos en ver las cartas, hacen que no pasen de largo. Queremos que, al menos, nos contesten a los temas tras haber realizado esa llamada de atención con los dibujos".
El presidente de la cámara lanzaroteña, José Torres, destaca que "esta iniciativa ha servido para sensibilizar a los responsables políticos y ponerlos de acuerdo con el fin de que prime el bien común y no el partidista, pues no es fácil poner de acuerdo a ocho partidos políticos", en referencia a los representados en el Cabildo.
Ejemplo de ello, precisa el presidente cameral, son la unión para pedir la autonomía portuaria y el centro integrado de formación profesional en el Instituto Zonzamas, una realidad educativa a partir de este curso.
Torres recuerda que las viñetas y las campañas que llevan aparejadas están dando sus frutos, como el referido a Zonzamas, la ampliación del dique del muelle de Los Mármoles, que no estaba en 2007 cuando empezaron con las reivindicaciones, el muelle de cruceros y el compromiso para hacer el dique de abrigo de esa infraestructura o el desbloqueo de los trámites para hacer el puerto deportivo en Arrecife, inaugurado hace ya tres años, en 2014.
No obstante, Torres admite que "con lo que no hemos conseguido nada, lamentablemente, es con el alargamiento de la pista y la mejora de otras infraestructuras del aeropuerto, el gran talón de Aquiles que tenemos atravesado. Y lo mismo ocurre con Arrecife, se quejó el empresario. "El grupo de gobierno no tiene capacidad de gestión. La ciudad no puede esperar más y hay mucho sufrimiento entre los empresarios y los vecinos".
La cámara cuida los detalles a la hora de enviar las viñetas, que suele reproducir en color a tamaño folio. Las enmarca como si de un portarretrato se tratara, las envuelve en papel de regalo o a modo de paquetería antigua y las introduce en un sobre lacrado para que lleguen a sus destinatarios.
En opinión de Torres, "lo más importante es que los destinatarios reciben las viñetas con agrado, con ese tono simpático, porque se dan cuenta de que detrás del dibujo hay un trabajo para transmitir la preocupación que ahí se contempla. En realidad la ilustración no se la toman como una viñeta al uso sino como una reclamación", concluyó el presidente cameral.
