El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Comandancia de la Guardia Civil de Las Palmas investiga si las obras de ampliación del puerto de Playa Blanca, en el municipio sureño de Yaiza, que ejecuta desde el pasado 27 de noviembre (tras la autorización en 2017 de su comienzo) el ente Puertos Canarios, adscrito a la Consejería de Obras Públicas y Transportes del Gobierno de Canarias, afectan a la protección de las praderas de sebadales existentes en la zona ( Cymodocea nodosa), además de tortugas bobas ( Caretta caretta) y delfines mulares ( Tursiops truncatus).
El Seprona inició las indagaciones tras la denuncia que presentó el 24 de enero pasado la Federación Ben Magec-Ecologistas en Acción en la que solicita que "de forma inmediata se ordene la paralización cautelar" de los trabajos "en tanto en cuanto se esclarezcan los hechos denunciados". El colectivo pide que "se lleven a cabo cuantas labores de investigación y averiguación sean necesarias para esclarecer la legalidad de las obras en ejecución" y que si del resultado "se desprendiera que se han producido infracciones contra disposiciones de carácter administrativo y/o penal, se inicien los correspondientes procedimientos para sancionar a los responsables y exigir las responsabilidades medioambientales pertinentes, así como restaurar la legalidad".
En el punto J.10 de la Declaración de Impacto Ambiental del Proyecto, aprobada en 2014 por la Comisión de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente de Canarias (Cotmac) de forma condicionada a la adopción de medidas preventivas y correctoras, se recoge, según consta en la denuncia, que "el área propuesta para la ampliación del puerto de Playa Blanca no se localiza dentro de lo límites de ningún espacio designado como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC)".
Dentro de los límites
Ben Magec ha constatado tras consultar las bases cartográficas del visor Grafcan del Gobierno de Canarias y del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, que "una parte importante de las obras de ampliación del puerto de Playa Blanca, sí se localizan dentro de los límites de distintos espacios marinos de la Red Natura 2000". Así, detalla que la Orden AAA/368/2015, de 24 de febrero, aprueba la propuesta de inclusión en la lista de lugares de importancia comunitaria de la Red Natura 2000 el espacio ESZZ15002 Espacio marino del oriente y sur de Lanzarote-Fuerteventura. Esa zona alberga hábitats de bancos de arena cubiertos permanentemente por agua marina, poco profundas, que en Canarias está caracterizados por la presencia de poblaciones de Cymodocea nodosa, incluidas en el Catálogo Español de Especies Amenazadas y, por tanto, en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial de 2016, lo que según Ben Magec obligaría al Ejecutivo a evaluar otra vez los efectos del proyecto sobre el citado espacio, ya que parte del mismo podría verse dañado, o, de lo contrario, la autorización para materializar la ampliación no valdría.
Entre las consideraciones a analizar estarían el futuro incremento del tráfico marítimo y las actividades náuticas y el sepultamiento de sebas sin medidas compensatorias, pues "en el Estudio de Impacto Ambiental se identifica entre las afecciones la ocupación directa de un 3,6% de superficie con presencia de Cymodocea nodosa con respecto a la ocupación actual entre Punta Pechiguera y Punta Papagayo", afirma Ben Magec.
Los denunciantes recuerdan que en la bibliografía especializada se describe a los sebadales de Playa Blanca como "uno de los más importantes de Lanzarote y el más denso y extenso del sur de la Isla". Añaden que estudios científicos y documentos técnicos aseveran que las praderas de Cymodocea nodosa en Canarias están en grave regresión y declive, "siendo el desarrollo de obras portuarias una de las principales causas que amenazan la conservación, en un estado de conservación favorable de las mismas y, por ende, del hábitat de interés comunitario 1110 [bancos de arena] asociado a estas".
A su vez en el citado espacio marino hay arrecifes y otros cetáceos, además de delfines mulares, y reptiles marinos cuya adecuada conservación pudiera verse afectada por la subida del tráfico marítimo.
Yaiza ha esperado más de dos décadas por la mejora del puerto debido a la falta de consenso institucional del proyecto y el retraso que supuso en 2016 la anulación del concurso por parte del Tribunal Administrativo de Contratos Públicos de la Comunidad Autónoma de Canarias tras la reclamación de Acciona, decisión que rechazó el Tribunal Superior de Justicia de Canarias.
