Los bomberos están a punto de enterrar el hacha de guerra. Después de más de 10 meses de conflicto, el personal del servicio de Extinción de Incendios del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y el área municipal de Organización y Recursos Humanos ultiman un acuerdo al que apenas le falta fijar las mejoras salariales.

Las dos partes han cerrado prácticamente acuerdos en todos los asuntos extrasalariales, como la realización de cursos de formación en materia de seguridad, la creación de nuevas plazas de agentes o aspectos organizativos que incluyen un reglamento interno específico, además de incluir a los bomberos en una reglamentación general sobre la segunda actividad que el gobierno municipal planea aplicar a todos los departamentos del Ayuntamiento.

En las cuestiones de plantilla, una de las más preocupantes para los bomberos, está pendiente de fijarse cuándo y cómo han de sacarse a concurso oposición las 29 plazas, más las vacantes, comprometidas por la administración. El concejal de Organización y Recursos Humanos, Fernando Navarro, es partidario de dividir la convocatoria en dos tandas, una por año, para facilitar la adaptación de los nuevos agentes en la organización del cuerpo.

SUELDOS. Pero es el tema salarial el gran escollo de la negociación, reiniciada el pasado mes de julio tras la toma de posesión del alcalde y el nuevo gobierno -la alcaldesa anterior, Pepa Luzardo, remitió a “la próxima corporación” la resolución del conflicto-, y es ahí donde persisten algunas diferencias. Sin embargo, desde el servicio de Personal se observa que los bomberos “están dispuestos a acercar posturas”, señalan fuentes municipales. Esta cuestión se resolverá “en las próximas semanas”, según los mismos medios consultados, de forma que antes de la finalización del verano pueda echarse el cierre a un conflicto laboral que se tensó en el tramo final del pasado mandato.