—Usted lleva tiempo intentando sacar el Casino del hotel Santa Catalina, ¿cuáles son los problemas que impiden llevarlo a la vieja estación del jet foil, como usted pretende?

— No hay ningún problema todavía, aunque lo puede haber. Está todo hablado con la Autoridad Portuaria, antes con Emilio Mayoral y ahora con Javier Sánchez Simón, y los dos han estado de acuerdo en que los locales de la estación del jet foil están totalmente inutilizados y que instalar un Casino allí es bueno para el Puerto. El Casino se hizo de manera provisional hace 20 años. En aquel momento estaba previsto que fuera en Elder y Miller, pero cambió la política y nos tuvimos que quedar aquí. Desde entonces estamos haciendo de tripas corazón porque no tenemos los metros suficientes para el gran Casino que se merece esta ciudad y además estamos ocupando el patio de Las Tortugas, que era el respiradero de los salones. El hotel no está respirando como debiera. Para que este hotel tenga el resplandor que requiere es necesario sacar el Casino.

—¿Y por qué la estación del jet foil?

— El hotel no es la ubicación más adecuada para el Casino, porque la mayoría de los clientes son extranjeros del Puerto y estando allí podríamos tener un mejor negocio. Si el Casino sigue aquí el negocio fallecerá de muerte súbita, porque el alquiler sube y los clientes bajan. Con 105 personas que trabajan en el hotel, es difícil seguir con el Casino aquí porque no ganamos para lo que tenemos que pagar. Pagamos el 50% de lo que obtenemos al Gobierno y encima tenemos un alquiler leonino de 100 millones al año. Esto es imposible de mantener. Ni el hotel entero vale lo que estamos pagando por el Casino. Ahora parece que todas las autoridades están de acuerdo en que el Casino pase al Puerto. Un Casino no debe estar dentro de la ciudad. En el puerto pagaríamos 35-40 millones y se podría aguantar.

—El Ayuntamiento está de acuerdo también con el traslado, ¿qué queda ahora?

— Ayer firmamos con los arquitectos el proyecto. La Autoridad Portuaria está de acuerdo, el Ayuntamiento también y estamos en el buen camino. Las cosas de palacio van despacio, pero yo creo que en un par de meses esto tenga luz verde. Los locales del jet foil lo tienen hoy de gallinero de palomas.

—Se habla de que el acuerdo firmado con Riofisa, en el que se exigía que no hubiera negocios de restauración en el entorno del centro comercial El Muelle, puede obstaculizar el traslado, ¿Eso es así?

— No, no hay incompatibilidad ninguna. Al contrario, la cercanía de un Casino le da más calor al centro comercial. El Casino le va a dar colorido a ese centro, que no está muy bien.

—¿A usted le interesa seguir con la explotación del hotel?

— Naturalmente. Lo cogimos por 20 años. Nos quedan todavía 12 ó 13 años y me gustaría seguir con él porque yo creo que lo estamos llevando decentemente. Además, quiero hacer la tercera torre que proyectó Fernández de la Torre. Tiene 214 plazas y pretendemos poner 44 más de gran lujo. Cuando hay congresos nos faltan habitaciones y otras veces nos sobra la mitad. Esta ciudad está tomando tanto auge que todo se hace pequeño.

—Luzardo era partidaria de que usted dejara la concesión del hotel a cambio de facilitarle el traslado del Casino, ¿el actual alcalde piensa lo mismo?

— Eso se habló con Pepa Luzardo, que quería traspasar el hotel al dueño de Anfi del Mar y Santana Cazorla, pero al no poderse trasladar el Casino se quedó todo en veremos. En eso momento me daba igual, porque mi negocio no son los hoteles sino los casinos. No me gustaría, pero tampoco me niego. Hemos gastado 2.200 millones de pesetas y el año pasado gastamos 300 millones en remodelar. Creo que Saavedra sabe que otra persona no lo hace mejor que yo.

—¿Y por qué Luzardo quería que dejara el hotel?

— Yo no creo que tuviera tanto interés, pero como Santana Cazorla le hace todos los trabajos al Ayuntamiento solicitó quedarse con esto y Luzardo me lo planteó, simplemente. En ese entonces, alquilé la Casa Ford para montar el nuevo Casino en el Puerto y perdí 50 millones porque no salió el Casino.

—También se habló de la posibilidad de trasladar el Casino al Meliá Cristina, ¿no?

— Sí, pero yo creo que es más justo que esté en el muelle que en el Meliá. El sitio idóneo es el muelle y estamos en el camino.