José Ángel García Hernández, jefe de Ginecología del Hospital Materno Infantil de Las Palmas de Gran Canaria, y Luis López Rivero, jefe de Cirugía Torácica del Hospital Universitario Insular de Gran Canaria y subdirector durante unos meses del citado centro médico, continuaban ayer al suroeste de Chad, a 600 kilómetros de la capital, Yamena, a la espera de ser evacuados tras verse atrapados en el conflicto que se libra en la zona.

Sin embargo, el hecho de que López haya comunicado varias veces durante el día de ayer con su familia -su hermano exactamente- y le comunicara que "estaban bien, trabajando, operando ahora mismo", ha tranquilizado mucho a su entorno familiar y al de García Hernández, así como a los compañeros médicos y enfermeros de ambos que ayer recibieron la noticia del confinamiento con cierta preocupación. En la zona en la que se encuentran los médicos se han librado duros enfrentamientos.

José Ángel García y Luis López viajaron a Chad para colaborar en un hospital religioso que se encuentra a 600 kilómetros de Yamena. García ya ha realizado en varias ocasiones desplazamientos humanitarios de este tipo, especialmente a Mauritania; en el caso de López es esta la primera ocasión que viaja a Chad e incluso estuvo a punto de suspender el desplazamiento porque dos semanas antes de confirmar el mismo, su estado de salud se resintió de un proceso que sufre desde hace años, pero que no le impide llevar a cabo un trabajo quirúrgico impecable.

Fuentes médicas cercanas a ambos explicaban ayer que García y López eran conscientes de la grave situación de la zona, pero "probablemente el hecho de viajar con el amparo de una congregación de misioneras combonianas les dio confianza".

La evacuación de García y López depende del Gobierno de Francia porque España no tiene Embajada propia en Chad. Además, la salida de los dos médicos del país sólo podrá hacerse por la frontera de Camerún a causa de la peligrosidad que supone acercarse a Yamena, zona donde la creciente violencia aconseja evitarla.

Los dos médicos realizaron este viaje acogiéndose a un permiso especial de ayuda humanitaria suscrito con el SCS, según el director del Materno Insular, Francisco Socorro, quien manifestó su preocupación por lo sucedido y tuvo palabras de ánimo porque "aunque las noticias que llegan no son malas del todo, hasta que no salgan de allí no estaremos tranquilos", concluyó.