El colectivo Las Palmas en bici, uno de los más antiguos de España en defensa del transporte alternativo en las ciudades, propone crear una red ciclista y peatonal en la capital grancanaria de una extensión de 14 kilómetros, en un recorrido que conectaría los principales puntos de interés de la urbe.

Así, hospitales, centros oficiales, parques, playas, comercios, entre otros muchos lugares, podrían ser accesibles sin necesidad del automóvil, en un plano que abarcaría desde la zona del Hospital Insular hasta la plaza Belén María, y desde allí hasta el auditorio Alfredo Kraus.

Según explicó anoche en el Club Prensa Canaria el ingeniero Diego Naya, que estuvo acompañado por Orlando Rodríguez, de la citada asociación así como por los concejales de Desarrollo Sostenible, Néstor Hernández López, y Movilidad Ciudadana, Jesús González Dumpiérrez -que intervinieron después- la idea es convertir las calles denominadas colectoras, es decir, aquellas que reciben una muy baja ocupación y que se utilizan para aparcar en las dos bandas y casi exclusivamente como acceso a las viviendas que hay en ellas, en zonas de una alta ocupación con el tránsito de peatones y bicicletas.

Naya explica que ésta es la tendencia que se está aplicando en muchas ciudades del continente como recomendación de la Unión Europea, dado que hace más seguro el tránsito, minimiza la contaminación y reduce los niveles de ruido.

En este último sentido apunta que Las Palmas de Gran Canaria está en séptimo lugar del país, más ruidosa incluso que Barcelona y Madrid, y que España es junto a Japón el Estado que encabeza la lista en el mundo según datos de la OMS. También en contaminación medioambiental está en el límite de lo permitido por la UE, "y sólo se salva por los alisios", por lo que antes o después las administraciones tendrán que recurrir a una solución, "dado que los edificios no son de plastilina y los vehículos se incrementan año a año".

Para crear esta red, que no es sólo pintar sino realizar obras como carriles en distintos niveles para separar a peatones de ciclistas, eliminar barreras y otra serie de actuaciones, se necesitaría una pequeña parte de la infraestructura viaria, ya que afectaría sólo a la unión entre tramos en las calles con menor tránsito.

Paradójicamente, como ocurre en San Sebastián, que inició este proceso con la negativa de los comerciantes, las calles se revalorizan, las familias bajan a los niños a las calles y se oxigena el tejido empresarial, ya que donde antes sólo había coches aparcados ahora existen paseos.

ESPACIO. Hay que resaltar que una guagua para 72 pasajeros ocupa 30 metros cuadrados; 72 bicicletas 90 metros cuadrados; y 72 coches 1.000 metros cuadrados, lo que da idea de la recuperación del espacio que significa para los ciudadanos.

Además, el 50 por ciento de los desplazamientos urbanos cubren una distancia de menos de cinco kilómetros, que se hacen más eficaces utilizando la bicicleta en vez del coche. "Y sólo se trata de quitar un poco para dar mucho en calidad de vida", en referencia a ese parque mínimo que aparca en la puerta de su casa, afirma Orlando Rodríguez.

Por el momento, el colectivo ya se ha reunido en varias ocasiones con el Ayuntamiento capitalino para estudiar la viabilidad del proyecto.