Las Palmas de Gran Canaria vivió este viernes una escena a caballo entre el espectáculo y el romanticismo. Aunque, más que a caballo, deberíamos decir que fue una escena de amor que viajaba en elefante.

El malabarista circense Rafael de Carlos, de origen cubano, y la canaria Obdulia Guitérrez, protagonizaron esta mañana una boda circense por todo lo alto, pasacalles en elefante incluido, que contó con la participación de un capellán venido expresamente para la ocasión y con todos los componentes del Gran Circo Mundial como invitados al acto.

Casi un centenar de amigos y faamiliares de los novios acudieron también a la ceremonia, que se celebró bajo la carpa del Circo, instalado en la explanada del Muelle en el Puerto de la Luz.

Se da el particular de que ambos contrayentes trabajan en estos momentos en el Gran Circo Mundial

El sacerdote Juan Manuel Roda, director nacional de la pastoral de espectáculos y circo, acudió a Gran Canaria por vez primera para unir expresamente a esta peculiar pareja que se gana la vida trabajando en los distintos circos internacionales.

La novia salió del hotel AC, en Santa Catalina, montada sobre Susi, una de las elefantas del Gran Circo Mundial. El recorrido la llevó hasta el altar circense, en la carpa, donde la esperaba toda la familia del Gran Circo vestida con sus mejores galas.