Las casas de más de 500 familias de la periferia de Las Palmas de Gran Canaria carecen aún, en pleno siglo XXI, de conexión a la red de alcantarillado. La carencia de este servicio básico les obliga a verter sus aguas residuales en pozos negros, en el mejor de los casos, o a los barrancos y laderas.

La mayoría de estas casas sin alcantarillado se encuentran enSan Lorenzo-Tamaraceite-Tenoya y en el Cono Sur-Tafira, los dos distritos que tradicionalmente han sufrido un mayor abandono.

El Fondo Estatal de Inversión para el Empleo (Feile) ha permitido iniciar obras por importe de 1,6 millones para conectar el alcantarillado en más de doce barrios y asentamientos rurales de San Lorenzo. Varias asociaciones de vecinos del distrito consultadas confían en que estas obras conecten a la red al 85% de las casas que aún carecen de este servicio.

El resto, indicó ayer el concejal de Ordenación del Territorio y Agua, Néstor Hernández, se conectará el próximo año con la segunda fase del Feile.

Los barrios y asentamientos rurales en los que se está actuando son Las Mesas, El Toscón, La Lajilla, Las Majadillas, Cruz y Concepción, El Roque, Cuesta del Mundito, Vuelta del Mundito, San Ramón, Las Perreras, El Granillar y Llanos de María Rivera. En diciembre está previsto que los vecinos puedan conectarse a la red de saneamiento.