Algunos trabajadores han tenido que pedir dinero prestado a sus familias porque a estas alturas del mes la antigua concesionaria de la gestión del centro sociosanitario El Pino, la empresa Sergesa, aún no les ha pagado el salario de agosto. La sociedad acaba de perder el contrato después de tres años de servicio, ya que éste ha sido adjudicado a otra empresa (Clece S.A.), y las trabajadoras temen que no van a cobrar agosto. Ayer pidieron al Cabildo de Gran Canaria, responsable del centro sociosanitario, una solución ante la desesperada situación en que se encuentra la mayoría de empleados, pero la contestación ha sido que el asunto es responsabilidad de Sergesa.

Los trabajadores y familiares de los pacientes acusan a la empresa saliente de haber realizado un "auténtico expolio" en el centro. "Antes de abandonarlo", denuncian, "se llevaron todo el material para atender a los abuelos, el suyo y además todo el que habían donado los familiares. Se llevaron placas de agradecimiento de las familias, sábanas, manteles, lavadoras y hasta los tablones de anuncios, los lápices colores de los abuelos y los objetos que decoraban las paredes".

Guacimara Sosa, presidenta del comité de empresa, señala que la nueva contrata "nos ha surtido poco a poco de las toallas, las sábanas y todo el material".

Según los trabajadores, la empresa hizo la "rapiña a la vista de los mayores, que lo pasaron muy mal porque pensaron que iban a cerrar la residencia". El servicio de lavandería se está realizando con una empresa externa, explican las trabajadoras, porque "se llevaron todas las lavadoras".

Sosa advierte que harán movilizaciones si no les pagan y pide al Cabildo que tome cartas en el asunto y exija a Sergesa que les abone el sueldo ya. Sosa denuncia además la sobrecarga de trabajo que tienen las 102 empleadas. "Estamos reventados. Cada auxiliar baña a 8 ó 10 residentes y una sola persona se encarga de cuarenta mayores por la noche. El Cabildo tiene que reclamar que se contrate a más gente".