"En situaciones de apuro económico, hay que subir los impuestos y me trae sin cuidado que esta decisión me haga perder votos". El alcalde de la capital grancanaria, Jerónimo Saavedra, respondió ayer con estas palabras a las críticas de la oposición contra la subida de impuestos y tasas, que entrará en vigor el próximo año, tras ser aprobada de manera definitiva ayer en el pleno. Las más de 1.200 alegaciones presentadas fueron rechazadas y el grupo de gobierno y la oposición volvieron a enzarzarse en el mismo debate que se desarrolló cuando se produjo la aprobación inicial el pasado mes de septiembre.

El director de gobierno de Hacienda, Benito Cabrera, volvió a repetir que la subida de los impuestos es la única manera de garantizar los servicios esenciales y el Partido Popular, por boca de su viceportavoz Felipe Afonso, volvió a insistir en que se trata de una "subida salvaje", del "mayor atraco" a los ciudadanos, que va a "perjudicar a los que peor lo están pasando, los que tienen más difícil llegar a final de mes y no pueden pagar ni siquiera los impuestos de este año". Espero que para 2011 se puedan bajar de nuevo los impuestos".

Cabrera le contestó con un listado, según el cual la capital sigue teniendo, aun con la subida, una presión fiscal más baja que muchas ciudades . Añadió que los "21 millones" que permitirá recaudar el incremento fiscal equivalen a la nómina de 700 trabajadores municipales. "Si no subimos, la alternativa que le queda a este Ayuntamiento es despedir a 700 trabajadores o quitar la partida de Guaguas o eliminar los servicios sociales". Un enfadado Saavedra intervino casi al final del debate y pidió a los populares "más prudencia" y una reflexión sobre la cruda situación económica actual.