La batalla de Edchera (Sahara Occidental) del 13 de enero de 1958 hizo que cambiara de signo la Guerra de Ifni que enfrentó a las fuerzas españolas con las marroquíes. En este enfrentamiento murieron 37 soldados de la Legión y más de medio centenar resultaron heridos.

Desde entonces, cada año, un grupo de militares, amigos y familiares celebra un acto homenaje en los cementerios de San Lázaro y de Las Palmas donde se encuentran los restos de algunos de estos soldados, trasladados tras la descolonización del Sahara Occidental.

Ayer, en San Lázaro el general retirado Fortunato Huidobro recordaba su labor.

"Fue la batalla más importante de Ifni. Gracias a su valentía, los legionarios provocaron grandes pérdidas a los enemigos", explicó Huidobro, que agradeció "el sacrificio de los que entregan su vida por la Legión".

Dos compañías de la XIII Bandera de la Legión, al mando del comandante Ricardo Rivas Nadal, estaban llevando a cabo ese día una misión de reconocimiento en la zona de Edchera cuando los marroquíes sin ser vistos abrieron fuego desde las dunas. Pese a sufrir una emboscada, las bajas fueron muy superiores en el bando marroquí, ya que fallecieron 241 hombres -de los 500 - y un centenar resultó herido.

Los legionarios mantuvieron la cohesión y repelieron los ataques con fuego de mortero y armas ligeras hasta la caída de la noche cuando las fuerzas marroquíes, con graves pérdidas, se marcharon. Por esta acción fue concedida la Gran Cruz Laureada de San Fernando al brigada Francisco Fadrique Castromonte y al legionario Juan Maderal Oleaga. Meses después del enfrentamiento, el 2 de abril de 1958, se firmaron los acuerdos de Angra de Cintra -que fijaron los límites del Sahara Español- entre ambos gobiernos.

"Estos hombres cumplieron con su deber, cumplieron con el espíritu legionario", aseguró durante el homenaje en el Panteón Militar de San Lázaro el general Fortunato Huidobro. "Dieron un ejemplo para todos nosotros", añadió.