"Aquello era un laberinto, con mucho material por medio. Era como caminar a ciegas, sin luz, por aquella ratonera". Es el testimonio de uno de los 16 bomberos de Las Palmas de Gran Canaria que participaron el domingo en la extinción del incendio de la agencia de viajes Marsans, en la calle Viera y Clavijo de la capital. La falta de medios, y en concreto de cámaras de visión térmica, retrasaron el rescate del hombre que falleció en el suceso.

Uno de los agentes que participó en el sofoco del fuego sostuvo que si hubieran tenido una cámara de visión térmica, el rescate de la persona fallecida se podría haber hecho con mayor rapidez. Estos aparatos de rayos infrarrojos permiten detectar la existencia de víctimas con vida, la temperatura de los focos de calor y orientarse en la oscuridad o con humo espeso.

Uno de los 16 bomberos que intervinieron en el rescate, que quiso permanecer en el anonimato, señaló que el uso de las cámaras térmicas es fundamental, porque te permite "avanzar a ciegas, ante ambientes hostiles, como el del sótano de Viajes Marsans, donde se originó el fuego.

"La situación", recordó, "fue crítica, porque llegó un momento en que sobrepasamos" el tiempo máximo que podían estar con las botellas de oxígeno. "Nos vimos", relató, "gateando, con las alarmas del oxígeno pitando y golpeándonos con las paredes porque la desorientación fue total. Además, tuvimos que meter extractores para sacar los gases. Aquello era una ratonera. Con una cámara térmica hubiéramos detectado mucho antes dónde estaba la persona y hubiéramos sabido en todo momento donde estaban las zona de más calor y la temperatura".

"Nunca sabremos si con las cámaras térmicas se podría haber salvado la vida de esta persona, pero siempre nos quedará la duda", apuntó ayer Martín García, representante sindical del CSI-CSIF, quien recordó que los bomberos llevan más de tres años denunciando la precariedad de medios con los que trabajan, como la falta de cámaras que detectan el calor de los cuerpos.

Según García, las cámaras térmicas son los ojos de los bomberos porque "nos permiten actuar más rápidamente, ya que detecta dónde están las zonas de más calor y donde están las víctimas". El servicio de Bomberos dispone de tres cámaras térmicas, cada una de las cuales cuesta 6.000 euros, pero no funcionan desde hace tiempo porque están estropeadas. "Llevamos muchísimo tiempo reclamando que las compren. Yo sé que son caras, pero con una sola vida que se salve ya estarían rentabilizadas".