Procedencia. La mayoría de los chinos que residen en Canarias y en toda España proceden de la provincia de Zhe Jiang, en el sur del país oriental. Es una región pobre, aunque con una amplia tradición comercial.

Pioneros. Los primeros chinos que llegaron a las Islas lo hicieron en los años 70 y 80 con la finalidad de abrir restaurantes de comida típica de su país. En la capital grancanaria se establecieron inicialmente entre el Puerto y Santa Catalina, conviviendo con restaurantes. Hasta mediados de los 90 hubo un boom de estos locales que abrieron sucursales por todos los barrios de la ciudad.

Comercios. Una segunda oleada de chinos recaló en la ciudad a finales de los 90 con la idea de abrir otro tipo de comercios, más que restaurantes. Gran parte de ellos han abierto ahora otros locales, como zapaterías, peluquerías y hasta bares de copas.

Localización. Los chinos suelen elegir para instalar sus negocios calles secundarias cercanas a grandes arterias comerciales o zonas comerciales abiertas en barrios modestos. Hay muy pocos en Triana o junto a El Corte Inglés, pero sí se ven de forma masiva en la zona de Mesa y López más cercana a Guanarteme o en Alcaravaneras. También en León y Castillo, Tomás Morales, San José, Schamann o Tamaraceite.

Centros comerciales. Son un campo virgen aún para ellos. Las exigencias de calidad y estética que imponen las direcciones de estos centros suelen cerrarles todas las puertas. Los chinos tampoco se instalan en las calles aledañas a los centros comerciales, prefieren otras en las que la gente pueda pasear tranquilamente.

Censo. En la ciudad hay empadronados 1.515 chinos, el 0,40% de la población total de Las Palmas de Gran Canaria, según datos oficiales.

Canarios. Aunque la mayoría de los empresarios chinos contrata a paisanos, muchos optan por fichar o mantener en sus puestos a personal canario, como ocurre en muchas cafeterías adquiridas por orientales. En todo caso, la empleabilidad ajena a su país suele ser poco cualificada.