La desaparición del emblemático proyecto del Parque de la Música del nuevo Plan General de Ordenación (PGO), cuya adaptación está en proceso de aprobación, acaba con las esperanzas que tenía la ciudad de contar con un gran pulmón verde y un espacio en condiciones donde celebrar los grandes conciertos.

La eliminación del parque, que figuraba como sistema general en el PGO desde hace casi 20 años aunque nunca se materializó, ha provocado las críticas de expertos en Urbanismo, que consideran que se pierde una oportunidad para recuperar de una vez el barranco de Tamaraceite y convertirlo en el gran corredor verde que uniría Las Canteras con el interior. Igual de críticos se han mostrado productores y organizadores de conciertos, que expresaron su decepción, pues a su juicio el Parque de la Música constituye la única alternativa en una ciudad que carece de lugares donde se puedan desarrollar grandes eventos en condiciones adecuadas y sin molestar a nadie.

El gobierno municipal ha eliminado el proyecto, porque la ciudad se expone a "pagar una brutalidad" a los dueños de una parcela situada en el barranco de Tamaraceite, por cuyo cauce se extiende el parque, según explica la directora general de Planeamiento, Tony García Carló, ya que su ejecución no es posible hasta que el Consejo Insular de Aguas realice un nuevo deslinde del cauce. "Eso no quiere decir que renunciemos al parque", recalca.

Sin embargo los argumentos del Ayuntamiento no convencen a arquitectos como Faustino García Márquez, ex director la Agencia de Desarrollo Sostenible y Cambio Climático, quien considera que sacar el parque del PGO supone "renunciar a un elemento sustancial para el desarrollo de la ciudad y a la creación de un espacio verde a lo largo del barranco de Tamaraceite".

José Antonio Sosa, autor del proyecto del parque de la Música junto a Manuel Roca, advierte que los barrancos son "elementos estructurantes del territorio", un papel que ha dejado de lado esta ciudad. Por esta razón, señala, "la ciudad ofrece un aspecto desordenado, porque se han ido cortando los barrancos para desarrollarla. Por eso, es fundamental convertir los barrancos en elementos que estructuren, convirtiéndolos en grandes parques, zonas de ocio y espacios verdes". Esa es la finalidad, cuenta, del Parque de la Música, y se muestra convencido de que tarde o temprano se hará, porque la ciudad lo pide a gritos.

Sosa advierte que las edificaciones que están previstas en el cauce "cercenan en parte el futuro Parque de la Música".

En el mundo de la organización de conciertos, Santi Gutiérrez, de La Luciérnaga Producciones, y Alberto Palenzuela, de LM Producciones, lamentaron que se retrase aún más el parque, porque "es la gran esperanza de los organizadores y promotores de eventos en la isla de Gran Canaria". "Cada vez más", se quejó Santi Gutiérrez, "son más los problemas que tenemos para desarrollar eventos de gran formato porque los sitios con los que contamos muchas veces no reúnen las condiciones".